1. "El dia que lo conocí"

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1 de octubre, 1950

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1 de octubre, 1950.

Al fin había llegado el día.
Todos esperábamos con ansias la gran fiesta que el presidente daría.

Obviamente debías ser de alta clase para poder asistir... Cosa que yo no era.

Papá era empleado del gobierno, y por tal razón podíamos asistir.

Había pasado días buscando un vestido extravagante para la gran noche, había imaginado mi peinado un millón de veces... Pero también había pensado en cómo sería si alguien en aquella fiesta se daba cuenta de que yo no pertenecía allí.

Se burlarían, de eso estaba segura. La diferencia de clases predominaban aquí.

La clase alta trataba a los de clase baja como animales, o cosas insignificantes ¡era horrible!

Entre a la ducha, ya era hora de empezar a alistarme.
Eran las 7:00 p.m. Y la fiesta daría inicio a las 8:30 p.m.

Por alguna desconocida razón mi corazón latía fuerte, algo fuera de lo normal ocurriría hoy, tenía aquella corazonada.

Gire con cuidado mientras me observaba en el espejo. Había quedado despampanante... Parecía de alta clase.

— ____, ¿ya estás lista? — preguntó papá desde el umbral de la puerta.

Le dedique una sonrisa.

— Demasiado lista diría yo — respondí.

Sus carcajadas se adueñaron de mis oídos, y con delicadeza pase mi brazo por el suyo.

— Mamá ha enviado una carta, pequeña — susurró.

—: Me ha pedido que te de esto, dice que cuando regrese deberás contarle cómo te fue.

Moví mi cabeza dándole a entender un si.
Mamá había tenido que salir de emergencias, y no volvería hasta mañana.

Pase mis manos por mis brazos, intentando calmar un poco el frío de la hermosa noche. Habían muchas luces encendidas en la ciudad, y eso se veía muy rara vez... O mejor dicho, cuando el presidente venia.

Subimos al auto de papá, a decir verdad era uno de los más caros. Recuerdo que mamá y el tuvieron una discusión por el dinero gastado, él respondió diciendo que al menos eso nos haría parecernos a ellos... Los de alta clase.

La música, que era tocada por una orquesta, era calmada.

Papá desde que habíamos llegado fue a saludar a unos compañeros de trabajo, parecía feliz.

Por otro lado yo, me había quedado cerca de la barra donde estaban las bebidas... Observando a un chico.

Era hermoso.

«Piensa en algo ____ »

Me dije a mí misma.

¡Tengo una idea!

Camine con pasos decididos hasta donde él se encontraba, y toque su hombro con delicadeza.

— Hola Esteban, no esperaba verte aquí — dije sonriendo.

¿Quién rayos era Esteban?

— No soy Esteban, me llamó Jack... Un placer, bella dama—

Extendió su mano con un aire de naturalidad. Era notorio en todo el sentido de la palabra que tenía la sangre del presidente correr por sus venas.

— Lo siento. Soy ____, el placer es mío —

Estreche su mano.

Por primera vez en la vida sentí esas "mariposas" aleteando en mi estómago.

— ¿Eres de esta ciudad o viniste por la fiesta? — preguntó.

Mordí mi labio inferior con nerviosismo. ¿Debía responderle con la verdad?

— No soy de esta ciudad —

— Entonces, ¿de cuál? —

— Jack, hijo. Debo presentarte a unos amigos, ven conmigo por favor —

Pestañee varias veces.
Tenía al presidente frente a mi, y estaba hablando con su hijo... Yo... Una chica de clase ¿media?

1950.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora