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Había pasado exactamente un mes. Las aguas estaban calmadas por aquí, no habían noticias del presidente ni de su hijo.
Era inquietante no saber que había pasado en la vida de Jack.
¿A caso ya ambos chicos nos habían olvidado?
Vale, no quería respuestas.
— ____, Tamy está buscándote — dijo mamá desde el umbral de la puerta.
— Estaré en quince segundos — respondí luego de soltar un suspiro.
Até mi cabello en una coleta y tomé mi carpeta de dibujos.
Hoy saldríamos a dibujar paisajes.
— ¡¿Leíste el periódico de hoy?! — preguntó al verme.
Alcé una ceja. Tamy no era muy normal que digamos.
— No he tenido tiempo —
— Volveremos en unas cuántas horas señora, prometo traerle a su hija sana y salva — le dijo a mamá.
Era bastante la confianza que había entre ambas, y era de esperarse, mamá conocía a Tamy desde pequeña.
— Con cuidado —
Fue todo lo que mamá respondió.
Salimos de casa, caminando hacia dónde nuestros pies nos llevarán. No había un lugar exacto en nuestras mentes, por tal razón, caminaríamos hasta cansarnos y allí nos detendríamos para dibujar.
— Lo estaba olvidando. Tienes que leer esto —
Tomé el periódico que estaba doblado en tres partes.
" Maravillosa. Con esa palabra la describo.
Desearía poder encontrarla. Parece haber desaparecido, incluso he llegado a pensar que es de otro planeta.
Solo un nombre, sin apellido es todo lo que se.
Soy Jack Gilinsky, y si en algún momento llega a leer esto, quiero que sepa que la he estado buscando hasta el cansancio.
Y que realmente espero volver a verla."
— No puede ser — murmuré.
— Tienes una carta en el periódico querida amiga —
