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Un parque de diversiones. Era el lugar al que habíamos llegado.
Los gritos de los niños eran bastante fuertes, incluso hasta personas adultas gritaban en las montañas rusas.
La fila avanzaba, y pronto llegaría nuestro turno para subir. ¿En serio haría esto?
El chico que estaba a mi lado, ó sea Gilinsky al parecer noto mi nerviosismo. Tomo mi mano, dándome un leve apretón.
— Será divertido — dijo sonriendo.
Desde luego que si. Nótese mi sarcasmo.
Tamy daba pequeños saltos de alegría, mientras que JJ la observaba riendo.
Por un momento pensé en lo que dijo mamá... Nosotras no éramos como ellos, no pertenecíamos a su mundo.
Entregue mi pase para subir a la montaña rusa. Mi corazón latía desenfrenadamente debo admitir, pero aunque sonara loco... La presencia de Gilinsky me calmaba un poco.
Si llegaba a caerme no lo haría sola.
Era espantoso mirar hacia abajo, ¿como Gilinsky podía estar gritando y riendo?.
Se veía feliz, como si de verdad disfrutaba esta monstruosidad.
Tal vez... Este era el verdadero Jack.
Estaba más energético, más sonriente.
Estaba libre.
Y dentro de mi sentía el fuerte aleteo de las famosas mariposas.
Debía detenerlas, estaban volando hacia el rumbo incorrecto.
No podía verlo con otros ojos, porque lamentablemente... Éramos de clases muy distintas.
