Habían pasado exactamente dos semanas de la fiesta, y tenía entendido que ya el presidente se había marchado de acá.
Los recuerdos de aquel día no salían de mi mente, y es que... Me había sentido tan bien.
— _____, ¡TE ESTOY HABLANDO! — grito.
Parpadee varias veces saliendo de mi trance.
— Lo siento Tamy, ¿que decías? —
— Te pregunte la razón por la cual estas bailando —
Rodó los ojos y luego dejó escapar un suspiro.
No me había dado cuenta de que estaba girando como aquella noche, daba vueltas precisas mientras que tarareaba una canción.
— No lo sé — respondí riendo.
Seguimos con nuestra caminata hacia la cafetería más mencionada del lugar.
Al llegar, buscamos una mesa disponible y pedimos dos licuados.
Los murmullos eran confusos, hasta que cesaron. Mi vista fue directo hacia las personas que estaba en la entrada, tenían a todas las chicas suspirando... Eran nada más y nada menos que los Jacks.
Se le podía llamar a esto un... Encuentro casual.
— Esto se pondrá bueno — murmuró Tamy.
Golpee ligeramente su cabeza. Ella sabía de principio a final la historia de la fiesta.
— Vamos Tamy, es hora de irnos — susurre.
Ella movió su cabeza hacia ambos lados, dándome a entender que no.
— Nuestros licuados no llega aún, y ya los pagamos —
— Eres una pésima mejor amiga, ¿lo sabías? —
— Gracias ____ —
— Disculpa... ¿Como la llamaste? — preguntaron detrás de mí.
Mordí mi labio inferior, y maldije unas cuántas veces en voz baja.
— _____, ¿por? —
Su sonrisa era tan amplía, que luego me aseguraría de borrar de su rostro con unos cuantos regaños.
El chico dio la vuelta y me miró.
Sentía como mi corazón latía de manera acelerada, me asustaba que se me saliera por la boca en cualquier momento.
— Cielos, pensé que nunca volvería a verte — habló Johnson.
— Lo mismo digo, tenía entendido que ustedes ya se habían marchado — respondí.
— Nos iremos en dos días, así que... Podemos salir mañana si les parece —
Hablo en plural, así que golpee por debajo de la mesa a Tamy.
— Nos encantaría —
El hijo del presidente no decía nada, simplemente observaba el panorama y su reloj de bolsillo.
Tal vez debía ver a alguien importante.