3. "Encuentro casual"

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Habían pasado exactamente dos semanas de la fiesta, y tenía entendido que ya el presidente se había marchado de acá

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Habían pasado exactamente dos semanas de la fiesta, y tenía entendido que ya el presidente se había marchado de acá.

Los recuerdos de aquel día no salían de mi mente, y es que... Me había sentido tan bien.

— _____, ¡TE ESTOY HABLANDO! — grito.

Parpadee varias veces saliendo de mi trance.

— Lo siento Tamy, ¿que decías? —

— Te pregunte la razón por la cual estas bailando —

Rodó los ojos y luego dejó escapar un suspiro.

No me había dado cuenta de que estaba girando como aquella noche, daba vueltas precisas mientras que tarareaba una canción.

— No lo sé — respondí riendo.

Seguimos con nuestra caminata hacia la cafetería más mencionada del lugar.

Al llegar, buscamos una mesa disponible y pedimos dos licuados.

Los murmullos eran confusos, hasta que cesaron. Mi vista fue directo hacia las personas que estaba en la entrada, tenían a todas las chicas suspirando... Eran nada más y nada menos que los Jacks.

Se le podía llamar a esto un... Encuentro casual.

— Esto se pondrá bueno — murmuró Tamy.

Golpee ligeramente su cabeza. Ella sabía de principio a final la historia de la fiesta.

— Vamos Tamy, es hora de irnos — susurre.

Ella movió su cabeza hacia ambos lados, dándome a entender que no.

— Nuestros licuados no llega aún, y ya los pagamos —

— Eres una pésima mejor amiga, ¿lo sabías? —

— Gracias ____ —

— Disculpa... ¿Como la llamaste? — preguntaron detrás de mí.

Mordí mi labio inferior, y maldije unas cuántas veces en voz baja.

— _____, ¿por? —

Su sonrisa era tan amplía, que luego me aseguraría de borrar de su rostro con unos cuantos regaños.

El chico dio la vuelta y me miró.

Sentía como mi corazón latía de manera acelerada, me asustaba que se me saliera por la boca en cualquier momento.

— Cielos, pensé que nunca volvería a verte — habló Johnson.

— Lo mismo digo, tenía entendido que ustedes ya se habían marchado — respondí.

— Nos iremos en dos días, así que... Podemos salir mañana si les parece —

Hablo en plural, así que golpee por debajo de la mesa a Tamy.

— Nos encantaría —

El hijo del presidente no decía nada, simplemente observaba el panorama y su reloj de bolsillo.

Tal vez debía ver a alguien importante.

1950.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora