—Cada vez estoy más convencido de que le gustas. — me dijo Dylan en cuanto me senté al lado de él en el asiento que estaba fuera de la habitación de Tyler.
— ¿Podrías dejar de decir estupideces un momento? — pregunté ya enfadada.
— ¿Porqué crees que no podrías gustarle a mi hermano? Eres muy linda y simpática.
— ¿Será porque tu estúpido hermano se ha encargado de hacerme creer que me odia desde el primer momento que me vio?
Dylan se quedó pensando unos segundos, como si lo que yo dije fuese algo interesante y digno de analizar. No sé qué habrá pasado por su cabeza, y ni quiero saberlo porque en cierto modo me parece aterrador, pero sea lo que sea que haya pensado pareciera haberle gustado, pues una leve sonrisa apareció en su rostro.
— Él siempre ha sido así.
— ¿A qué te refieres?
—Me refiero a que, — dijo mientras se acomodaba en su silla para sentarse derecho.— siempre intenta ocultar sus sentimientos, como si creyese que sentir algo lindo por alguien o algo fuera un pecado.
— Sigo sin entender qué tiene que ver eso con su actitud indiferente hacía mí.
Dylan golpeó su mano en el rostro, tal y como lo había hecho unas horas antes al momento de conocernos, pero esta vez lo hizo sin una sonrisa de diversión, no, todo lo contrario, lo hizo con una expresión de fastidio.
— ¿Es en serio? — asentí. — Digo que quizás él se muestra indiferente contigo para intentar ocultarte sus sentimientos, y de paso también intenta ocultar lo que siente hacía ti, es como una etapa de negación por la que supongo que todos pasan, pero este chico es estúpido y la etapa le dura más de lo que debería. — dijo lentamente. — ¿Entiendes así o también debo hacerte un dibujo?
— Un dibujo por favor. — dije para molestarlo.
El golpe que el chico daba en su rostro, esta vez no fue en su rostro, sino que en el mío.
— Oye, eso dolió. — dije.
— Te pasa por boba.
Pasamos unos minutos más charlando y riendo, por suerte Dylan ya había dejado el tema de Tyler y yo, así que la conversación era más que agradable.
— ¿Qué edad tienes?
— Diecisiete, igual que tú y Tyler.
Oh, con que eran mellizos.
— Chicos, ya pueden pasar. — dijo el señor Adams al salir de la habitación junto a mi padre.
Dylan y yo nos paramos al mismo tiempo para dirigirnos hacía Tyler. Al entrar en la habitación, nos encontramos a Tyler con la vista pegada en su celular, mientras sus dedos se movían demasiado rápido presionando las teclas, como si no hubiese nada más importante que aquella conversación que estaba teniendo allí.
— ¿Así recibes a tu hermano mayor?
Tyler de inmediato subió la mirada, una sonrisa acompañó su rostro y Dylan se acercó a él para darle un abrazo.
— Te extrañé, hermano.
— Yo también, pequeñín.
— Deja de alardear, solo eres cinco minutos mayor que yo.
— Exacto, tengo cinco minutos más que tú de vida y ese hace que yo sea el mayor. Aprende a vivir con aquello, por favor.
Tyler rodó los ojos mientras Dylan lo miraba burlón. Yo solo me limitaba a reír ante la estupidez de ambos chicos, de quienes tenía el leve presentimiento no sería la única vez en que me harían reír de esa manera con una conversación similar a esa.
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El Precio de la Mafia. |PAUSADA|
ActionMierda, mierda, y más mierda. ¿En qué lío me metí? Bueno, esto no era completamente mi culpa. Nada de esto lo era. No era mi culpa que mi madre muriera. No era mi culpa que mi desaparecido padre decidiera hacerse cargo de mí. No era mi culpa que mi...