Capitulo 3 "Susurra mi nombre"

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El sonido de un par pasos resonar sobre el suelo como un compas de un reloj, el albino caminaba distraído, enmiscuido en sus pensamientos, miraba a la nada... ya no sabía que hacer ni que pensar al respecto, cada paso que daba aumentaba sus nerviosismos y las piernas le empezaban a temblar no sabía como asimilar la noticia.

— Hide esta vivo. — recordó las palabras que Nishiki le dijo.

¿Cómo? ¿Cuando? ¿Por que?  Eran muchas cosas que procesar, no tenía respuesta a algunas de ellas, si  por casualidad recibía respuesta de alguna de ellas automáticamente le surgian diez preguntas mas. ¿Recordara lo que sucedió? ¿Me reconocerá? Mas preguntas inundaban su mente, no sabía que hacer, ahora Touka estaba también en su vida y no podía dejarla, no ahora que hace un par de días atrás recibió la noticia de que será padre, Kaneki no se perdonaría abandonar a ese bebé ni a la futura madre de su retoño. Todo esto mas aparte una futura sentía que le explotaba la cabeza.

— ¡Oyeeeeee!. —Un grito se escucho a la lejanía, haciendo que ken dejara su penumbra mental por un momento y dirigiera su mirada donde provenía aquel saludo tan característico de...

Kaneki miro hacia arriba, ahí estaba aquel Rubio que no veía desde....  desde aquella noche juntos, estaba sentado en lo mas alto de aquel edificio saludando tan casual, como si el tiempo no hubiera pasado, era mas alto, incluso mas que ken, sus cabellos rubios eran mas largo de lo que Kaneki podría recordar, pero mas que nada la bufanda era un objeto nuevo en el rubio aunque posiblemente descubra el por que la lleva sobre su boca. El rey le sonrio automaticamente, ese rubio le había contagiado ese sentimiento de cotidianeidad, era lo mejor que podían hacer dado que llorar por la leche derramada no serviría de nada. Kaneki dio un gran salto dado a su gran estado físico llegando hacia la azotea de aquel edificio de 2 pisos; claro era debido a que era un Ghoul y que tenía una fuerza mayor que un humano promedio eso ya no era una sorpresa.

— ¿Como te has encontrado todo este tiempo?. —Sonó una voz robótica, ken decidió por el momento no decir nada al respecto, almenos por por ese instante no se permitiría arruinar el momento con preguntas y culpa que seguro sentirá.

— Mas o menos. — siguió el ritmo calmado y sereno que ambos tenían.

Un silencio se hizo presente un leve momento, los rayos de ocaso atravesaban la ciudad.

— El libro de la señorita Takatsuki... Gracias. —Fue lo primero que los labios de ken salio, lo que se le ocurrió fue ese detalle que en aquel entonces no comprendía dado aque había perdido sus recuerdos, pero al recuperarlos dd apoco, logro unir las piezas y comprender todo. —Un lindo detalle lo de la firma.

— Bueno, ya sabes que tan dadivoso soy. —aquella voz tan robótica y tan recta a pesar de sonar tan monótona, se sabia que esas palabras eran características de Hide.  — Me debes 10 Dólares por ello.

Ken hizo saco una leve sonrisa, esa clase de cosas le encantaban del rubio, pero otra cosa ocupo su mente algo que de verdad debía aboradar si o si.

Ken se sentó al lado de su primer amigo, su primer amante, mirando el crepúsculo en su máxima expresión.

— Hide. — pronuncio serio ken.

— Mmm — contestó sin dejar de mirar el horizonte.

— Tu rostro.... — escondió la mirada entre su cabello blanquesino.

— ¿Tú también?. — hablo la voz automata. — Primero Touka, ahora tú también, todos quieren ver mi hermosa belleza. — Hide se tomo el rostro con sus manos haciendo un acto de sentir vergüenza, era clásico de él ese tipo de actuar ken esta acostumbrado que Hide sea así.

Buscando valor, apretó sus manos en forma de puño le lanzo una mirada directo a los ojos del rubio.   — ¿Me dejarías verla?.

Los ojos de Hide mantuvieron un brillo serio, una brisa soplo sobre ellos, sus cabellos danzaron al compás del viento y Hide poso sus manos sobre la bufanda que cubría la mitad de su rostro.

Los ojos de ken se abrieron de la impresión, en ellos se reflejaba la cara actual de Hide, el rostro desfigurado del rubio pareciede haber salido de un libro de ficción y si en ese instante ken no lo esruviera viendo con sus propios ojos simplemente no lo creería. Donde estaban unos labios carnosos y rosados habían sido cambiados por cicatrices, las mejillas donde Hide se ruborizaban ya no estaban, en su lugar se mostraban unas encías y dientes expuestos, esas facciones en su boca habían ya desaparecido, lo único que estaba intacto eran esos ojos cafés, aquellos ojos llenos de esa luz que le hacía sentir vivo. Ken tuvo un escalofrío pasar por su cuerpo, sentía una presión en su pecho, le faltaba el aire un cúmulo de sensaciones pasaron por él, la culpa de no haber tenido la fuerza de voluntad para frenar cuando debió hacerlo, enojo consigo mismo por ser débil, frustracin por no poder tener idea como ayudarlo.

Simplemente Kaneki sintió unas inmensas ganas de morirse en ese mismo instante.

L

a mano temblorosa de ken se estiró, logrando tocar el rostro de su compañero. Su primer amor la persona que le enseño a amar y ser amado, lo supo desde que le volvió a ver, esos sentimientos que creyó haber superado tras la su supuesta perdida volvieron, como si no hubiera pasado el tiempo, una lágrima rodó por la mejilla del peliblanco.

Toco el rostro desfigurado del rubio con ambas manos, se acerco a él chocando sus frentes, ambos cerraron los ojos. Por du parte el Rey con la llama de sus dedos recorría el rostro desfigurado de su aconpañante, deslizando tan dulcemente sobre esas cicatrices, trazando imaginaríamente el contorno de las facciones de Hide, como su mente grabo esas líneas y con su alma las estuviera dibujando. Hide se dejo acariciar, se dejo querer,  por que sabía que ken le miraba no con sus ojos si no con el alma, hace mucho que no le importaba su estado físico, pero ahora con la acción de aquel había pudo entender esas cosas que dicen que se ama con el alma y el corazón y el físico pasa a segundo plano.

Ambos lloraron por que sabían que habían hecho algo horrible, uno en primer plano le puso entre los ojos a una mujer, Hide le puso el camino libre a Touka para ser como un reemplazo de él mismo si algún día llegaba a faltar en la vida de Ken, no estaba tan errado, pero el rubio decidió eso sin tomar en cuenta los sentimiento de Kaneki.  Por su parte éste había aceptado esta propuesta aunque no estuviera consciente de ello, decidió avanzar, seguir adelante con un plan "seguir con vida" pero la cobardía estaba con él y el miedo de estar sólo lo aterraba, afenrrándose a la única persona que le dio un momento de paz y calma que hacía mucho no tenía, simplemente se quedo con aquella persona que sería el reemplazo... la única que salia perdiendo era la muchacha y ni ella lo sabía. Quedar en un triangulo era doloroso pero esta vez los tres sufrían por sus acciones e involucraron pronto un cuarto, pero almenos ellos dos entendían y sabían que a pesar de que se querían no era justo para Touka, ni el futuro bebé...todos debían asumir la responsabilidad de sus actos y eso era lo que ahora mataba a esos dos... si hubieran sabido que el futuro sería diferente a como ellos pensaban otra cosa hubiese sido.

Touka tocaba su vientre abultado, hacía movimientos de arriba hacia abajo con su mano para poder mantener la calma, respiro hondo y se recargo sobre esa pared de concreto en la cual se escondía no podía seguir aguantando aquel encuentro de su esposo y su "mejor amigo" ... era simplemente doloroso.

...

Lágrimas De... (Kaneki X Hide) (Terminado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora