Epílogo

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"Canción de Cuna".

Estrellita ¿Dónde estás?
Me pregunto que serás
En el cielo y en el mar
Un diamante de verdad...

La bebé sonrió al ver que la graciosa voz robotica comenzaba a cantar, sus regordentes y coloridas mejillas regalaban una sonrisa, enseñando las encías a falta de dientes. Hide entre cerro los ojos alegremente, siguió arrullando la nena un poco mas entre sus brazos.

Estrellita ¿Dónde estás?
Me pregunto que serás
Cuando el sol se ha ido ya
Cuando nada brilla más

La nena saco un balbuceo, miraba atento a su portador, el hombre de cabello rubio toco con la punta de su dedo índice la nariz de la bebé, quien le miro curioso y atenta.

Brillas, brillas, sin parar
Estrellita ¿Dónde estás?
Me pregunto ¿Qué serás?

Los párpados de la niña eran mas lentos, los ojos cerraban cada vez más despacio, a pesar de ser una bebé, tenía ya sus propios gustos, eso era facinante, descubrir cada vez más cosas sobre ella era extraordinario. Cada día era hermoso estar a su lado. La niña se envolvía con naturalidad, tan saludable y regordeta como un bebé común y corriente, la viva imagen de su madre, pero los ojos de su padre y si seguía así, el carácter pícara de su otro padre; el cual le cargaba en estos momentos.

Estrellita ¿Dónde estás?
Me pregunto que serás
En el cielo y en el mar
Un diamante de verdad.

Hide susurro la última frase, la niña había dejado ya de parpadear y se sumergió en un sueño profundo. E hombre suspiro aliviado, al fin la niña se había dormido y tendría algo de tiempo para hacer algunas cosas antes que llegara Ken a casa.

Puso a la niña en la cuna tan delicadamente que parecía que con cualquier movimiento la nena se rompería, salió de esa habitación lo mas silenciosamente posible, dejando a la bebé volar entre sus sueños.

Fue a la cocina dónde puso agua en la esrufa para futuramente prepararse un café, mientras el tiempo hacía su trabajo Hide decidió sentarse en el comedor en posición pensativa, recargaba sus brazos sobre su mentón mientras recordaba lo que pasó todos estos meses.
*

**

La mujer gritaba de dolor, el le apoyaba dejando que tomara de su manos y la apretara con fuerza, su mano casi había perdido la sensibilidad de su extremidad, pero Touka era quien estaba en peores condiciones, no había por que quejarse de eso ahora. Después de un buen rato de estar pujando y Hide con los nervios de punta de que algo saliera mal.

— El último esfuerzo —  Logró decir el médico. —  La última y terminamos.

Hide en apoyo apreto mas el agarre, Touka fruncio el seño y con todas sus fuerzas licito en un último intento, el grito del bebé inundó la habitación, como si hubieran practicado Hide y Touka se miraron sincronizadamente, ambos se veían alegremente y La mujer lo sabía, aunque no pudiera ver su rostro por el cubrebocas, ella con la respiración agitada y el sudor en su frente le sonrió, por primera vez en meses se miraron como aquellos amigos que fueron alguna vez.

— Es una niña. — Dijo al otro extremo el doctor.

La ahora ya madre sonrió, al mismo tiempo una enfermera le hizo señas al rubio para acercarse, pidiendo que cortara el cordón umbilical dándole unas pinzas de un extraño diseño no era tan difícil deducir para que eran,  dudoso paro un momento, no era correcto, pero Ken estaba ausente supongo que en un futuro el se disculparía con ambos por tal intromisión.

Lágrimas De... (Kaneki X Hide) (Terminado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora