Cuervo

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Era pequeño... De unos 30 centímetros. Podría decirse, ojos grandes y alas muy negras, tenía algo peculiar: una pequeña mancha en su pico, una mancha casi tan blanca como la nieve.
-¿Me has estado siguiendo desde casa? -Me sentí absurda al hablar con un cuervo, y me di la vuelta dispuesta a volver a mi alcoba. De repente escuché una voz, una de un pequeño niño de unos 7 años.
-¿Porqué estás aquí? -me preguntó.
Lo miré volteando sólo mi tronco, era muy pequeño, creo que medía un metro con unos veinte centímetros, o menos y me llamó la atención su disfraz de oso panda, me pareció muy adorable.
¿A qué te refieres?- te pregunté con una gran sonrisa, me parecían muy tiernos sus cachetes rellenitos y rosaditos.
Responder con una pregunta a otra es malo - me dijo con entusiasmo mientras ladeaba su cabeza.
Mi sonrisa se borró de golpe y Alcé mis cejas como queriendo decir que el no respondió mi pregunta.
Me refiero a que cómo quedaste... Ya sabes sin... Padres. -
Dijo algo avergonzado.
Ah eso... Mi madre asesinó a mi padre por motivos desconocidos y la ley la encerró - dije con toda la frialdad que pude - y tú... ¿Cómo acabaste aquí?.
Mi hermana mayor y yo quedamos huérfanos cuando nuestros padres murieron en un accidente automovilística - dijo bajando la mirada.
¿Quién es tu hermana?- dije procurando cambiar de tema.
Su nombre es Sofia - se fue hace poco, ahora vive en las montañas junto a papá y mamá.
Espera, ¿no dijiste que ellos habían muerto?- pregunté.
Si, murieron, ella también, la encontraron ahorcada en este árbol - dijo mientras se resbalaba una lágrima por su mejilla.
Ah... Lamento ser tan inoportuna - dije algo avergonzada, me di la vuelta para dar consuelo a aquel pequeño niño, pero ya no estaba ahí.
Solo estaba el cuervo... Mirándome.
Maddie! - gritó la señorita Green con todas sus fuerzas mientras corría hacia mí - Ve a tu habitación y no te acerques a este lugar.
Si Señorita Green - dije bajando mi cabeza.
Solo por esta vez no te daré un castigo... Estas citada a mi oficina para charlar sobre las reglas - me asombró su cálida manera de corregir, yo esperaba que me golpeara con una regla de madera en las manos o algo por el estilo.
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