Cartas de 1898 © (#ArtAwards)

Capítulo 6- Lindo gatito.

Lindo gatito, esta durmiendo.

Ojalá pudiera estar tan serena, la cabeza no me para de dar vueltas. Seguiré con el mapa.

Muy bien, un trazo, otro; me gusta el sonido del lápiz contra el papel, pienso que significa que algo se está creando.

Y un pensamiento llegó. ¿Y si no son coordenadas?

Tiene que serlo, ¿o no?

Seguí trazando.

Todo se unía a un punto, y me dió escalofríos.
Ese punto. Es la casa. Justo en la que estoy ahora. En la que vivo.

Lo que más me perturba, es, saber si esas coordenadas dan al lugar donde estoy a salvó o... Donde vendrán por mi.

Comenzó a llover, cada vez que empieza a llover es algo malo, como si el cielo llorara por algo que no ah pasado.

Un ruido fuerte en la cocina. El gato.

—¡Hey!—grite al ver al gato sobre la mesa. Me miró desafiante.

Suspiré, solo es un gato.

—Muy bien pequeño, creo que tienes que irte ya— le dije acercandome.

Maullido. Maullido. Se lanzó sobre mi.

Trate de quitarlo, me rasguño toda la cara. Mi abdomen, esta sangrando.

Lo quité de mi y lo lancé por la ventana que curiosamente estaba abierta.

Mire mi herida en el abdomen, es la misma, justamente la misma de hace unos días. Ese gato estaba aquí hace mucho.