Cuerpo débil.

211 9 1
                                    

Querido lector, favor de colocar la melodía que se encuentra en multímedia para mayor entretenimiento.
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Nunca creí enamorarme en una situación tan desesperante, pero uno nunca sabe cuando va a enamorarse, solo pasa.

Y me pasó cuando la vi entrar a la habitación, vestida de blanco con esa carpeta con mis datos, parecía un ángel, su rostro era tan fino y a simple vista se veía suave como la seda, ojos color miel y cabello como el fuego.

Hablaba mucho conmigo aun a pesar de que no podía decir ni una palabra. Cuando me preguntaba cosas se contestaba así misma viendo la carpeta con mis datos;

-¿Cuantos años tienes ? 24, eres más pequeño que yo por un año. Odio crecer ¿sabes? cada día todo se vuelve más difícil, cada día se acerca nuestro final, quisiera vivir por siempre, quiero hacer muchas cosas pero no hay tiempo, la gente vive muy poco. ¡75 años es el promedio! ¿puedes creerlo?

Me encantaba oírla hablar, disfrutaba verla reír o enojarse ante pequeñas situaciones, amaba verla imaginar el como yo reaccionaría ante sus platicas.

-¿Y dime Trevor, tienes pareja?  Ay, perdón, estoy segura que si tuvieras a alguien a tu lado ya hubiera venido a verte, pero solo tu familia y algunos amigos te han visitado. No te preocupes ya llegara alguien. Yo tampoco tengo a alguien especial en mi vida, de hecho hay puro imbécil en el hospital, si conocieras a Saúl me entenderías, es un cerdo y patán de lo peor. Ademas, esto de ser enfermera es muy pesado y me consume por completo. Pero, no estaría mal encontrar a alguien que valiese la pena.  

Pero bueno, basta de charla Trevor, ¡hablas un montón! es hora de tu baño. 

Que me cuidara, que me diera ese motivo de querer aferrarme a la vida me mantuvo vivo más tiempo de lo que pronosticaban los doctores, ni todos los cables y maquinas me mantenían con vida como ella lo hacía. 

Pero desafortunadamente mi cuerpo era débil, muy débil, me dolía el pecho y tenía constantes ataques de convulsión. Cada vez más flaco, cada vez más pálido. Créeme que lo intente, intente despertar con todas mis fuerzas, pero solo mi alma podía verla. 

Escuche cuando los doctores hablaban con mis padres diciéndoles que tenían que desconectarme, que no tenía caso mantenerme enchufado, y al mismo tiempo, a lado de los doctores, la vi, vi como su rostro se transformaba, su linda sonrisa se esfumo como obra de magia, en lugar de aparecer un conejo, apareció una tristeza que dolía al mirar.

Recuerdo la última charla que tuvo conmigo, fue muy triste verla así, pero estaba tranquilo porque sabía que podía recuperarse, que podía superar esto.

Oye Trevor, por favor despierta, necesito que lo hagas. No quiero que te vayas. 

Lo intente... en serió que lo intente, por Dios que lo intente pero este cuerpo no dio para más.

Por favor, no te vayas, tienes mucho por delante, tienes que conocer al amor de tu vida, tienes que tener tu casa, tu coche, una familia. Debes experimentar, fracasar, viajar, llorar, reír más.

Lo sabía... lo sabía, Lucy. Yo tampoco quería morir.

Recuerdo como tocó mi mejilla y lloró. En ese momento desee poder animarla, hacer algo por ella, pero con este cuerpo era sumamente imposible. 




Palabras muertasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora