6✶ Golpe bajo

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Entraron dos chicos a dirección y saludaron a Agus con un simple buen día y el hizo lo mismo, pero siempre manteniéndose distante, hasta en su saludo.

-Oye, ¿Sabes dónde está el director? –dijo uno de los muchachos.

-Está ocupado en su oficina ¿Son nuevos? –preguntó con una pizca de curiosidad en sus palabras.

-Venimos de intercambio, Soy Michael y el es mi amigo Jorge –dijo señalándolo y el recién nombrado lo saludó.

-Qué bueno, un gusto, soy Agustín. Siéntanse cómodos –pensó ser un poquito mas simpático aunque le costó y en su voz se seguía notando algo de frialdad, solo que esta vez no era intencional-. Pueden sentarse a esperarlo si quieren.

Ellos tomaron asiento y no volvieron a dirigirse palabra.

Cinco minutos después la puerta se volvió abrir pero esta vez eran Caro y Karol quienes ingresaron.

-¡Hola chicos! –dijo Karol dirigiéndose a Mike y Jorge.

-Hola –saludaron los dos al unísono.

Cuando Karol vio a Agus le regaló una sonrisa tímida en forma de saludo y él le hizo una mueca que esperaba que se pareciera a una sonrisa pero no estaba ni cerca de serlo.

Caro saludó a Mike y a Jorge y se presentó al igual que ellos, de un momento a otro salió la profesora de inglés y el Director de su oficina, Antonia no mostraba ninguna expresión de alegría en su rostro distinto de Marcos que se encontraba feliz de ver a los chicos que venían de intercambio.

-¡Qué solicitado que estoy hoy! –exclamó con una gran sonrisa y los presentes rieron.

Él no era malo como su figura imponente aparentaba, todo lo contrario, era muy querido por sus alumnos.

-Los chicos que llegaron hoy de intercambio, pasen a mi oficina y tomen asiento. –indicó con la barbilla el lugar.

-Dire, –así le solían decir, ya que "Director" les parecía muy largo y a Marcos le sonaba muy formal y él quería generarle confianza a sus alumnos. El se giró hacia Caro para escucharla-. El profe me pidió una tiza, ¿me podría dar una?

Caro realmente dudaba de que la necesitara para ese entonces, había tardado mucho.

Marcos asintió y sacó una tiza de un cajón y se la entregó a Caro.

Luego le preguntó si podía esperar a que Karol saliera para ayudarla a buscar su casillero y guiarla un poco en las clases que le tocaban el resto de la mañana y parte de la tarde. Ella aceptó y dijo que la iba esperar allí en los sillones.

-¿Ya me puedo ir? –dijo de la nada Agustín con un poco de fastidio.

-No, quedate todavía tenemos que hablar –el rio ante la expresión de Agus-. No te muevas de acá.

A Marcos le gustaba tutear a sus alumnos, distinto de otros profesores. Se fue a su oficina y solo quedaron Agus y Caro, ella volteó a verlo y sus miradas se encontraron pero decidió romper con el silencio y dirigirse a un sillón que quedaba en frente del muchacho.

-¿Qué haces acá?

-¿Acaso te importa?

-Realmente no, pero me parece extraño.

-¿Y por qué?

-No se... ¿El chico popular se metió en problemas?

-No es de tu incumbencia –dijo escupiendo sus palabras.

-¿Y eso qué? ¡Quiero saber!

-¿La chica más popular del colegio preocupándose por alguien? Eso –hizo un pausa-, es raro.

Lo nuestro es amor | Aguslina Donde viven las historias. Descúbrelo ahora