Las clases transcurrieron normales, lo mismo de siempre, un profesor en frente taladrándoles la cabeza y ellos fingiendo prestar atención.
Era la hora del almuerzo y se tenían que dirigir al comedor, Carolina se sentó en una de las mesas que se encontraba situada en el centro del lugar. Solo estaba comiendo una manzana acompañada de una botella de agua mientras miraba que había de nuevo en sus redes sociales.
A los cinco minutos su momento de paz acabo cuando llegó Lio, su mejor amigo, con una bandeja la cual traía una hamburguesa, papas fritas y una lata de gaseosa.
-No entiendo cómo es que solamente podes comer eso -dijo Lio con asombro al mirar que Carolina solo tenía una manzana y agua.
-Y yo no entiendo cómo es que podes comer todo eso -contestó de la misma forma en la que él le había hablado. Rodó los ojos al darse cuenta el rumbo de la conversación-. Hace una semana empecé una dieta algo estricta, ¡Aumente un kilo los últimos dos meses! ¿Podes creer?
Lio la miraba sin poder creerlo, si ella supiera los kilos que el aumentó los últimos dos meses le daría un infarto, y ante ese pensamiento soltó una carcajada.
-Caro, estás perfecta, no te preocupes por los kilos de más o de menos, eso no importa.
-A mí sí me importa.
Lio la conocía demasiado como para saber que no había empezado muy bien su día y por eso lo estaba tratando... raro.
-Voy a alegrar tu día, ¿vamos al parque de diversiones? Es nuevo y tengo que ver si lo apruebo o no, ¿me acompañas? Paso por tu casa a las seis.
Carolina sonrió dulcemente con el solo presentimiento de la tarde que iba a tener con su mejor amigo. Se paró de su asiento, fue hasta el asiento de Lio y lo abrazó por la espalda.
-No sabes lo que te quiero.
-Lo sé, yo también te quiero
(...)
Agus estaba con Rugge, su mejor amigo, hablando y discutiendo sobre el partido de fútbol de la noche anterior mientras comía su sándwich de milanesa, hasta que Rugge cambio repentinamente el tema de conversación.
-¿Viste que dentro de una semana llegan chicos de intercambio a la escuela?
-No, no sabía, y no creo que me importe.
-¡Uy! Qué carácter que tenemos hoy... -Rugge sabía que algo había pasado y no se iba a quedar con la duda- ¿Qué te pasó? ¿Problemas con la de inglés?
-Sí –hizo una pausa para después explotar, Ruggero se la veía venir-, ¿Podes creer que me tuve que rebajar pidiéndole disculpas a la vieja English? –asi le decias el a la profesora-. O sea, ¿Yo? ¿Agustín Bernasconi? –soltó un suspiro y continuo más calmado-. Esto no va a quedar asi.
-¿Qué pensas hacer? –a Rugge le asustaba lo que pudiera estar pasando por la cabeza de su amigo.
- No sé, pero algo se me va a ocurrir.
(...)
-Lio, es el quinto juego al que te subís por tercera vez, estoy cansada.
-Vos sabes cómo son las tardes con Lionel Ferro.
-Agotadoras, ya se...
-Como soy re bueno nos vamos a sentar un ratito y después seguimos.
Carolina agradeció en silencio ese momento en el que pudo sentarse. Amaba a su amigo, con el podía ser ella misma, pero ser amiga de Lionel Ferro tenía sus consecuencias, como por ejemplo no sentir las piernas y querer vomitar toda la comida gracias a las corridas. Todo eso estaba sintiendo Caro. Estaba muy concentrada en sus pensamientos hasta que Lio la codeo en el brazo y le susurro algo al oído.
-Mira quien está allá -dijo señalando con la cabeza.
-Ricitos de oro –habló Caro para ella misma.
-¿Por qué le decís asi a Carla?
-No voy a explicarte eso, es demasiado obvio.
Realmente a Lio no le importaba, pero como no sabía que decir decidió preguntar.
Pero no entiendo, ricitos no vienen de... Cuando el pelo es asi -en el aire trazó con su dedo una linea ondulada imitando supuestos risos.
-Si, pero no importa.
Quedaron unos segundos en silencio.
-Parece que vino con su noviecito.
-Pobre Agustín, debe ser una tortura estar con esa chica –dijo Caro en un tono obvio.
-Pareciera que te da lástima.
-El chico no es feo, pero que se yo, Carla lo tiene por interés. No es amor.
-Vos seguro que sabes mucho del amor –le respondió Lio de forma sarcástica mientras reía.
-¿Por qué no te callas? Elegí un juego y vamos, pero rápido, no quiero que Ricitos de oro nos vea.
-¿El que quiera quiera?
A Lio se le formo una sonrisa picara que Caro ya conocía y en ese momento supo cuanto se había equivocado al dejarlo elegir, pero aun asi le siguió la corriente.
-El que quieras quieras –suspiró agotada.
En ese momento Lio agarró del brazo a su amiga y empezó a correr al juego que ella odiaba, la montaña rusa.
(...)
-No entiendo cómo es que acepte venir a este lugar con vos Carla.
-¿Qué tiene de malo Agustín? Soy la más popular del colegio, a cualquiera le gustaría ser mi compañía ¿Por eso no queres que te vean conmigo?
-Sabes que no sos la más popular, esa Carolina Kopelioff es la que tiene más popularidad, aparte no me gustan los parques de diversiones
-No por mucho mas con esa Kopelioff –susurró Carla con la intención de no ser oída, pero Agustín si la escuchó.
-¿Ah? –preguntó el sin entender nada.
-Vamos a otro juego, me aburro.
-Yo paso, no tengo ganas. Anda vos con tus esclavas que no se para que vinieron –asi les decía él a Chiara y Ana que andaban todo el día detrás de Carla-. Después te busco.
-Como quieras –dijo ella dándose la vuelta seguida por Chiara y Ana.
Agustín fue a comprar una gaseosa y se sentó en uno de los bancos del parque. Ya habían pasado cuarenta minutos de que Carla se había ido, y como la tenía que llevar a su casa fue a buscarla.
Aunque si fuera por él la dejaría sola en el parque.
Estaba caminando por el parque para buscar a Valentina hasta que la vio en la montaña rusa gritando y con los brazos en el aire.
Decidió esperarla en la entrada del juego y vio a una chica parada cerca de la boletería con una campera en las manos. Agus estaba aburrido asi que decidió acercarse por más que el no fuera muy simpático fue más que todo un impulso. Le tocó el hombro y cuando la chica giró para verlo quedó asombrado al encontrarse con una cara tan bonita y que en el momento no supo reconocer.
____________________
¡Hola! Nuevo capitulo woooooo *grito de Karol*
Si, lo se, ni Caro ni Agus estan siendo como dice la sinopsis, pero mas adelante van a ir entendiendo😉😘
Gracias a todos por leer!💜
ESTÁS LEYENDO
Lo nuestro es amor | Aguslina
Fiksi PenggemarAgustín Bernasconi y Carolina Kopelioff, dos de los chicos más populares del colegio. Les gusta hacer las cosas a su manera, sin recibir órdenes de nadie, son rebeldes y muy escasas las oportunidades en las que aceptan un consejo que no sea de ellos...