maridos torpes, inocentes y adorables // cb

·7·

-Baek-Hyun, me m-muero.-Dijo ChanYeol, tumbado en la cama con una montaña de pañuelos a su lado.

-Oh, ChanYeollie, el médico ya te ha dicho que sólo es una gripe.

-No eres tu el que la tiene. ¿A que me traes la comida?

BaekHyun bufó. Su esposo sólo tenia una simple gripe, pero era muy exagerado.

-Está bien.

ChanYeol sonrió demasiado, interrumpiendo su perfecta y brillante sonrisa por tos. BaekHyun fue a la cocina, se puso su delantal y comenzó a cocinar. Empezó por cortar los puerros (sí, aquellos por lo cual la señora Choi armó tanto escándalo), cortándolos en rodajas finas. Cogió una olla pequeña, pero al cogerla se le resbaló cayendo en su dedo gordo del pie.

-¡Mierda!

-¿Amor, estás bien?-Se oyó gritar a  ChanYeol para después toser.

-Sí cariño, no pasa nada.

Maldijo mil veces en todos los idiomas que sabía. Preparó el caldo y lo metió en la olla. Luego puso la pasta con forma de estrellitas (las favoritas de Yeol). Al mover la sopa salpicó en su mano.

-¡Su puta madre! ¡Que por culo das!

-¿BaekHyun?-Éste se giró, viendo a ChanYeol haciendo puchero con cara triste.-¿Eso piensas?

-No cielo, no lo decía por ti, lo decía por la puta sopa.

-No quiero ser un estorbo.

-Lo siento, pero ya lo eres.-ChanYeol le miró con una mirada triste y con los ojos abiertos.-Pero me casé con este estorbo de orejas enormes que amo porque le quiero y me gusta.

ChanYeol sonrió ante el comentario tan cursi pero bonito de BaekHyun. Cuando conoció a BaekHyun nunca pensó que acabaría tan enamorado de una persona, pero se equivocaba.

-Para compensarte, cuando estés recuperado, tendrás una sorpresa. Ahora déjame darte un beso.

-Pero te vas a contagiar.

-Me da igual, así estoy en la cama contigo.

El alto sonrió y cogió a BaekHyun para que este enrollara las piernas en su cintura y rodear su cuello con ambos brazos.

-Parece que ya no te mueres.-Dijo riendo encima de sus labios.

-Cállate. ¿Y mi cena?

-Que le den a la sopa, me tienes a mí.