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-¡ChanYeol!-Gritó BaekHyun desde el salón, provocando que el alto pegara un salto de la cama y se fuera de bruces al suelo. Se sobó las partes afectadas por el golpe, poniéndose sus zapatillas de ir por casa de Rilakkuma, bajando como un cohete por las escaleras hacia abajo.

-¡¿Qué pasa?!

-¡Feliz navidad amor mío!-Y sí, si os lo preguntáis (y si no también), BaekHyun llevaba una diadema de cuernos de ciervo con un pijama de una sola pieza de Rudolf con la nariz pintada de rojo.

ChanYeol sabía desde el día que lo conoció que el bajo era un fanático de la navidad, y en el altar de la iglesia cuando dijo el "sí quiero" también lo sabía. Sabía que BaekHyun admiraba la forma peculiar que tenía la nieve de caer y sus copos que siempre intentaba que cayeran en su lengua, sacándola y luego quejándose por el frío que le entraba a la boca. Era consciente que desde que tenía uso de razón, cada veinticinco de diciembre se vestía de Rudolf.

-¿Por qué gritas? Me has asustado.

-¡Porqué es navidad! ¡Por dios ChanYeol, mira por la ventana! La delicada y helada nieve cayendo en los techos de las casas y en los árboles, al igual que en los coches. La gente comprando y besándose mientras se dedican miradas cargadas de amor.-BaekHyun seguía hablando, pero ChanYeol dejó de escucharle fijándose en su perfil y perdiéndose en el movimiento de sus delicados y rosados labios. Al mayor se le iluminaban los ojos y una para nada desapercibida sonrisa estiraba de las comisuras de sus labios, provocando que el alto los quisiera besar hasta hacerlos desaparecer.

-BaekHyun.-Llamó, provocando que éste girara hacia su dirección y le sonriera.

-¿Sí?

-Feliz navidad.-Colocó su mano en la nuca del bajo, acercándole poco a poco hasta juntar sus labios, haciendo que el mayor sonriera en mitad del beso, contagiando al alto a hacer lo mismo.

·

BaekHyun seguía disfrazado de Rudolf y ChanYeol se vistió para transformarse en Rilakkuma. El mayor le miraba con ternura, pues con el gorro del pijama puesto hacía que sus orejas se notaran más. BaekHyun siempre le acariciaba las orejas antes de dormir mientras el otro lo tenía sujetado por la cadera y le acariciaba la espalda. Era como una costumbre que tenían que hacer sí o sí.

El mayor ponía la mesa mientras el menor ordenaba un poco la comida y los cubiertos que usarían. Como cada navidad, a las doce los regalos mientras decían un discurso y después se emborrachaban un poco. Lo que pasaba durante la noche era culpa del alcohol, ellos solo le seguían el paso al pedo que llevaban.

La cena transcurría normal y corriente, cálida y acompañada de risas por parte del matrimonio. Antes de cenar habían llamado a amigos y familiares para felicitar, recibiendo un "muchas gracias, feliz navidad a los dos". Después viene el postre: fresas con nata y pastel casero de chocolate.

-Por fin las doce.

-¿Desesperado por tu regalo?-Preguntó el menor con una sonrisa burlona.

-No, desesperado por darte mi regalo. ¡Yo primero!-Saltó de la mesa para ir corriendo hacia la habitación y buscar entre el armario el paquete envuelto en papel con estampado de Rilakkuma, Kumamon y Korilakkuma, los favoritos del alto.

-Amooor. Cierra los ojos.-Canturreó ocultando su regalo detrás de la espalda.

-Bien.-Los cerró y el mayor colocó en paquete en la mesa.

-Ya puedes abrirlos.

Éste abrió los ojos y sonrió al ver el envoltorio, mirando a su esposo con una sonrisa de oreja a oreja y haciendo sonrojar a BaekHyun.

-De momento me gusta el envoltorio.

-No seas tonto y ábrelo.

-Pero me da pena el envoltorio.

-Tu hazlo.

Con un puchero instalado en los labios, rompió el papel, secándose una lágrima imaginaria y así haciendo reír a su marido. Cuando lo abrió se quedó sin palabras y BaekHyun habló por él.

-Sí, lo se, soy el mejor marido del mundo y me adoras, no hace falta que lo digas. Esa figura es la que besaste, tendrías que haber visto el espectáculo que monté por recibir la figura con la que me pusiste los cuernos. Es gracioso, yo regalándote la cosa con la me engañaste. Bueno, cuando quieras puedes salir del trance y apachurrarme entre tus brazos mientras yo sonrío y te acaricio las orejas.

ChanYeol no le miró en todo su discurso, tenía la vista fija en su figura y en cada detalle. Reaccionó cuando el mayor preocupado le movió el hombro y le sonrió.

-Baek...

-No hace falta que dig...

-¡BYUN BAEKHYUN! ¡¿SABES LO MUCHO QUE TE AMO?! ¡GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS! ¡MIL GRACIAS!-Por cada "gracias" recibía un beso en distintas partes de la cara.

·

Media hora (literalmente) siendo besado por ChanYeol y BaekHyun sólo podía decir una cosa: lo mejor que he vivido en mi vida.

-Ahora me toca.

-¿Qué me has comprado? ¿Una figura de Mirai Nikki?

-No, algo mejor. Ahora vengo.

Fue al garaje y abrió una caja, asegurándose de que el regalo estaba bien. Subió y dejó la caja en el suelo, para coger del brazo a su esposo y sentarlo con las piernas cruzadas, como hizo él.

-Abre.

BaekHyun miró extrañado la caja, no esperaba que le regalara algo tan grande. La miró por todos lados y decidió abrirla ya. Cogió los extremos de cada lado y estiró hacia arriba, pero se le cayó al ver su interior. Le miró sorprendido y éste le respondió entendiendo la duda que ahora mismo tenía plasmada en la cara.

-Se lo que dije, pero últimamente no la has estado liando parda y he pensado que podría ser como nuestro hijo. ¿Qué dices?

-ChanYeol, no se que decir. Ahora veo que tienes razón. ¿Qué pasa si no le doy de comer?
¿Y si le saco muy poco y explota por no hacer correctamente sus necesidades?

-No va a pasar nada de eso porque se que lo cuidarás bien. Además, yo también lo cuidaré.

-Muchas gracias Yeol, de verdad que gracias.-Le abrazó sin contener las lágrimas, siendo correspondido al abrazo mientras el nuevo integrante de la familia ladraba y saltaba de la caja para ir hacia ellos, provocando que la pareja se separara y rieran mientras le hacían mimos a su "hijo".

-Feliz navidad otra vez, Yeol.

-Feliz navidad, amor.

·

realmente no sé que me he chutado para escribir algo tan largo.

seguro que mi madre le ha metido algo a mi comida lmao

espero que os haya gustado 

maridos torpes, inocentes y adorables // cbDonde viven las historias. Descúbrelo ahora