Capítulo 3

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- Bueno, ya hemos llegado.- Dije suspirando, y dándome la vuelta para irme.
-Espera... no te quedas?- me preguntó Jeffrey, casi como si no quisiera que me fuese. - Vamos, yo invito.

Con esa sonrisa que tenía era imposible decirle que no, además sólo sería un rato, dudo que pasara algo y si invita él, no lo iba a negar.

- Está bien, pero tu eres responsable de lo que pueda pasar.

- Lo dices como si cada vez que bebes pasara algo malo.- me dijo extrañado y con tono burlesco.

Solo me reí, él no tenía ni idea de lo que podía ser capaz, y será mejor que siga así, cuando bebo soy como un anima irracional, no me doy cuenta de lo que hago hasta que alguien me lo dice cuando estoy sobria. Subestima mi poder.

Nos acercamos a la barra y Jeffrey pidió una cerveza, yo estaba pensando en mis cosas y mirando fijamente a la piscina que había en frente, diciéndome que a quién se le había ocurrido construir una piscina en frente de un bar, podrían pasar muchas cosas, así que será mejor que no beba mucho para no comprobar el tipo de cosas que podría pasar.

- Skye, qué quieres beber? - Me preguntó Jeffrey haciendo que saliera de mis pensamientos.

- Eh, pediré un Nestea.

- Espera, espera, un Nestea? - me preguntó Jeffrey, como si hubiera dicho algo imperdonable.

No me dio tiempo a responderle porque él ya había pedido una cerveza para mí. Jeffrey solo quiere ver el mundo arder.

- No creo que sea una buena idea que me emborrache. - le dije.

- No seas exagerada, vamos, estás en un crucero de vacaciones, vive la vida. - me dijo para animarme, lo cuál me convenció porque en unos minutos estaba totalmente borracha.

- Y dime Jeffrey, cuál es tu nombre completo? - le pregunté riéndome.

- Es Jeffrey Dean Morgan. - me respondió sonriente.

- Vayaaa, tienes nombre de presidente- le dije riéndome como si hubiera dicho algo realmente gracioso. - Jeffrey Dean Morgan para presidente - grité. Algunas personas se giraron para verme, pero no las hice ni caso.

Él no dejaba ni un segundo de sonreír, seguramente crea que estoy loca. Me estaba riendo sola.

- Qué te parece tan gracioso?- me preguntó curioso.

- Nada, nada, estaba pensando...- me quedé con la boca abierta mirando un cuadro que había en la pared. Jeffrey me miraba con más curiosidad, e hizo un gesto como para decir que continuara. - Ah si, estaba pensando en que ahora mismo puede que mi compañera de camarote y amiga se esté tirando a un italiano.- Dije sin más y me reí.

No sé porqué pero Jeffrey se estaba riendo conmigo, me reí más fuerte aún.
- De qué te ríes?- le pregunté sin dejar de reírme.
- Joder, si que estás borracha.- me dijo riéndose él también.

No tenía ni idea de porqué me estaba riendo tanto, pero no podía parar, ya me dolía la tripa de tanto reírme, así que me acerqué dando tumbos a una tumbona que estaba cerca.

- A dónde vas?- me dijo con la sonrisa en la boca y sin dejar de mirarme.

- Me voy a tum...- no pude ni acabar la frase cuando me tropecé con las patas de la tumbona, di un grito y me caí directamente a la piscina.

Jeffrey no se lo pensó dos veces, se quitó la camiseta y se lanzó al agua, sin tener ni idea de si sabía nadar o no, actuó muy rápido y sin darme apenas cuenta estaba en el borde de la piscina escupiendo agua.

- Estás bien? - me preguntó preocupado.
Yo asentí, y unos segundos después me estaba volviendo a reír. Acto seguido Jeffrey también se estaba riendo. Y ahí estábamos los dos, borrachos, riéndonos y empapados, cuando de repente vomito en sus pantalones y me desmayo.

Cuando me despierto es de día, y no estaba en mi camarote, me quedé sentada en la cama pensando en lo que podía haber pasado la noche anterior, no me acordaba de nada, y la duda me consumía.

- Hola, hay alguien?- pregunté en voz alta con un aire de inseguridad.

Me dolía la cabeza, escuché unos pasos acercándose a mí, no me podía creer lo que estaba viendo, era Jeffrey.

Di un pequeño respingo y un gritito.

- Perdona si te he asustado - me dijo.

Muchas preguntas me rondaban por la cabeza.

- Qué hago aquí?, tu y yo hemos..? - Le pregunté.

- Oh, no no, ayer antes de desmayarte me dijiste un número, supuse que era el de tu camarote, así que te cogí y te quise llevar, cuando ya estábamos en la puerta estaba cerrada con llave, me acerqué un poco y pude escuchar unos...
-Vale vale no hace falta que digas más- le interrumpí.
- Ayer estando borracha tenías toda la razón. - No tenía ni idea de lo que había dicho y no quería recordarlo así que asentí. Cómo es que seguía en bikini?
- Bueno ha sido un placer, pero me tengo que ir. - le dije con una sonrisa
- Adiós Skye. - me dijo y me devolvió la sonrisa.

Me dirigí hacia mi camarote y seguía cerrado con llave. Toqué la puerta varias veces pero nadie respondía y no había ni un ruido, volví a tocar y un chico abrió la puerta y salió con la ropa en la mano y en calzoncillos.

Cuando ya se fue yo aún seguía con la boca abierta y mirando hacia donde se había ido aquel chico.
Entré y mi amiga me miraba también con la boca abierta, estábamos las dos con las bocas abiertas, sólo que ella tenía una cara pícara y yo una cara de asombro.
- Veo que tu también has tenido una noche divertida. - seguía con esa mirada pícara y me miraba de arriba a abajo, entiendo su confusión porque estaba en bikini, pero eso no tiene nada que ver.
- Te equivocas, ahora cuéntamelo todo, quiero el máximo detalle. - le dije, ahora era yo la que tenía la cara pícara.




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