Cuenta la leyenda que las sirenas hechizaban a los marineros con sus cantos,
tal vez sólo estaban desprendiéndose de su dolor
y éste era demasiado para ellos.
Tú fuiste mi dolor,
el que guardé bajo llave en un cofre
y lancé al mar,
tratando de mantenerte lo más lejos posible.
Pero siempre volvías a mí,
como un maldito boomerang,
como la piedra en el camino con la que tropiezas
mil y una veces.
La herida de guerra
que demostraba que no había sido valiente
pero que todavía me quedaba mucho por luchar.
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Caminando entre la niebla
PoesíaCaminaba entre la niebla hasta que se topó con sus fantasmas. Eran ella. Y es que del pasado no se puede escapar, vuelve a ti junto con todos los recuerdos con el único fin de echarte abajo.