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Eloísa Smith

Me había quedado completamente dormida en todo el viaje.

Scooter fue quien me despertó y solo tenía a Deborah a mi lado.

No me espante porque posiblemente Justin o un chico de seguridad tenía a mi hijo.

Al bajarme del avión no era para menos toda la fanaticada que nos esperaba afuera a pesar del tremendo sol que estaba haciendo.

Algunos periodista me tomaban foto y no era para menos, tenía una de las camisas de Justin.

-¡Eloísa! ¡Eres hermosa!- escuche un grito

Frente a mi había una chica que gritaba lo mismo una y otra vez

Mi princesa en mis brazos miraba todo.

Para ella esto era nuevo y era muy pequeña para comprenderlo.

-Gracias- susurre cuando pase por su lado

Un guardaespaldas me ayudaba a llegar al auto.

Matthew estaba todo el momento con Justin.

Se que dirán que soy una bipolar, pero no quiero que Justin tenga esperanzas conmigo, cuando prometí no volver con él.

Claramente sigo sintiendo algo por él, yo si me enamore de verdad.

Unos minutos más tarde Justin y mi hijo subieron al auto, este no espero mucho para comenzar a conducir. Una vez llegamos la calle estaba repletas de sus fanaticadas con carteles con su rostro.

-¿Vas a ponerle el traje a Deborah?-

-Si- intente sonar indiferente

-¿Qué hice ahora?- lo mire

-Nada, solo no quiero que entre nosotros tengamos malas interpretaciones-

-No lo hare, se que estas con Misael y lo entiendo-

-Realmente...- me interrumpio cuando le contaría la verdad

-No importa lo que digas, entiendo que no tengo ni una esperanza contigo, pero trátame bien por el bienestar de nuestros hijos- su mirada estaba en Matthew quién miraba el exterior asombrado

-Esta bien- por la ventana se podía ver un poco de México aunque la fanaticada lo tapaban

El auto poco a poco dejaba de moverse.

-Tengo que devolverme a casa en tu último concierto que ofrezca aquí- notifique

-¿Por qué?- note sorepresa en su mirada

-Tengo una emergencia en el trabajo- mentí

-Oh, esta bien- respondió sin más

Un año después

Mi princesa ya había cumplido su primer año y dos meses, mientras que Matthew ahora tenía cuatro años, por lo cual comenzaba a ser un poco más disciplinado.

Con Justin simplemente nos limitamos a cumplir los días que a él le toca por ley con Deborah, por sus viajes lo que tendemos a hacer es alargar los fines de semanas a un mes casi.

Él tenía unos meses completamente libre para descansar.

Con Misael por su lado continuamos siendo muy buenos amigos, aunque Justin sigue pensando que es mi pareja. Matthew lo llama tío por el cariño que se ha gado.

Por su lado, su hija me sigue llamando mamá, aunque sabía y entendía que no éramos pareja. Realmente no me molesta que me llamara así.

Al llegar las vacaciones de verano había quedado con Misael para llevar a los niños al parque de Disney que teníamos en Los Ángeles.

-¿Tienes todo listo?- Misael paso por mi lado con algunas maletas

-Si-

-¿Justin no te llamo? - negué rápidamente

-¿Por qué me llamaría?- lo ayude a subir las maletas al auto

Nos quedaríamos en unos de los hoteles con temática de las princesas

-No viste las noticias- me señalo sorprendido

-No- volví a entrar a la casa para tomar a mi hija en brazos

-Pues al parecer su Avión privado tuvo fallas y tuvieron que hacer un aterrizaje de emergencia en Australia. Le prohibieron salir de país y lo catalogaron como terrorismo por no avisar el aterrizaje- Misael resumió la noticia

-Creo que todo debe estar bien- intente ocultar mi preocupación por él

-Eloísa admítelo, estas preocupada y sería mejor que lo llames. Eres la mamá de su hija- abrió la puerta del auto para que los dos grandes subieran primero

-No lo sé- subí a Deborah en su lugar

Mientras el conducía yo solo pensaba si debía llamarlo o no.

Me preocupaba meas el hecho de que lo catalogaron como terrorista.

No quería llamarlo porque siempre que nos llamamos es para coordinar la hora en que le debo entrar a nuestra hija y más nada. Siempre terminaba pasándole el teléfono a Matthew para que hablara con él también.

-Llámalo- escuche a Misael

Mi cuerpo actuó solo y en segundo tenía mi celular en la oreja escuchando el tono de la llamada.

Llamada

-Hola- su tono era muy serio

-¿Todo bien?-

-Si, solo un poco de problemas que debo resolver para volver a casa- mi corazón latía de prisa

-No te molestes con los oficiales e intenta llegar bien con todos- lo conocía a la perfección

-Si, ya logré que a ellos se les permitiera viajar, pero a mi es el único que no me dejan viajar, me hacen faltas unos documentos que no me traje-

-¿Te puedo ayudar?-

-No, estoy esperando porque mi madre me envié los documentos, tranquila- intento calmarme, pero es imposible en este punto

-¿Cómo están los niños?- cambio el tema

-Muy bien, ahora nos encontramos de camino a Disneyland-

-Qué bueno- escuche unas voces de fondo

-Bueno ahora te dejo tengo que terminar de resolver esto, adiós- corto la llamada sin dejarme responder

-¿Todo bien?- mire a Misael

-Pues según él si, ya logró que su team obtuviera el permiso de salir del país y ahora está intentando que le den su permiso para poder viajar- resumí lo que sabia

-Espero que todo se resuelva-

-Somo dos-

No negaré más lo evidente, estaba preocupada por lo que podía pasar y aun le tenía cariño al padre de mi hija.

-William me envió un mensaje diciendo que tiene las llave de nuestras habitaciones-

-Perfecto-

Si, eran unas vacaciones familiares, pero solo faltaba Justin.

William fue quien lo había planeado todo y quien también lo había pagado y realmente estaba muy agradecida necesitaba pasar este tiempo familiar después de todo.

Vamos quita esa preocupación por esta semana veras que el estará bien siempre sabe cómo salir bien de los problemas- mire a Misael

Él tenía razón durante todo este año Justin no se detuvo de meterse en problemas, por lo cual creo que ya tenía un doctorado en limpiar su imagen. 

Soltera, pero con un hijoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora