El cuerpo de Slaine Saazbaum Troyard yacía sobre la dura y fría superficie que tenía por cama de aquella celda con aquellos ojos aguamarina envueltos en dolor, en arrepentimiento, corrompidos por el remordimiento, con el brillo que alguna vez iluminó sus días extinto, la mente del ahora conde estaba extraviada, vagaba sin rumbo alguno, lamentando todas y cada una de sus decisiones.
Porque no podía salir del shock de saber que le fallo a Asseylum, aquella por quien se desvivió días y noches con tal de tenerla feliz, quien le dio un propósito a su vida.
Y al final solo la decepcionó.
El desprecio y odio hacia su estúpido ser no tardo en llegar, mínimo agradeció que la chica de dorados caireles, al despertar de su sueño le hiciera entrar en razón, inclusive se disculpo con Lemrina por utilizarle, pero el seguía sin poder procesar que la única razón por la que vivía hasta ese momento, se esfumo, desde su punto de vista el mismo la aplasto, Asseylum dio la cara por él, le defendió ante el consejo de Vers, aclaro toda la historia, se dio a conocer la verdad oficialmente en ambos mundos.
Slaine Saazbaum Troyard era un héroe en marte y la tierra, ejemplo de coraje, lealtad y no el casi conquistador de todo un universo.
Y esa era su mayor condena.
Para expiar su intento de exterminio hacia los terranos le pidió personalmente al gobierno terrestre cumplir mínimo una condena para redimirse y eso solo le hacia quedar mejor bajo el lente público, pero todo era una excusa, una vil mentira tejida por él, la verdad aborrecía ver su vida tan privilegiada, le daba asco disfrutar de los beneficios que la misma reina le otorgo, le hacia sentirse enfermo, mínimo en aquella pútrida y húmeda celda que el mismo escogió se sentía como debía, como basura y eso era como estar en casa, para Slaine el mayor castigo al que pudo ser sometido era estar vivo.
Y eso dolía, era jodidamente doloroso.
El cuerpo del de tez clara era en extremo delgado, su cara estaba enmarcada con una expresión nula, bajo sus ojos demacrados se abrían paso aquellas manchas violáceas oscuras, casi negras con bolsas fruto de su cansancio, verle a la cara era como ver un cadáver, y solo llevaba una semana entre aquellas paredes que le aprisionaban dolía cada respiro y aquel día no era distinto.
Pero Slaine ignoraba la petición de Asseylum hacia Inaho quien sin que el conde aun lo supiera era su custodio, siquiera estaba enterado de la petición de la chica «Por favor Inaho-san, salva a Slaine», los brillantes ojos azules de Asseylum brillaban con culpa, porque fue la lealtad y cariño que Slaine le tenía el que lo llevo a aquel cruel destino, las decisiones que ella tomó, orillaron a su mejor amigo a sufrir, hubiera sido mejor incluso asesinarlo cuando llegó a marte, pero por una vez, volvió a apelar a la esperanza, el rayo de luz que tal vez Inaho pudiera darle al chico ahora, como ella hizo en otro tiempo, por primera vez en una semana Inaho abrió la puerta de aquella celda, viéndose imposibilitado anteriormente debido a algunos pendientes, una vez abierta la puerta el chico de ojos granate dio un rápido y ligero escrutinio a toda la habitación, a la celda oscura, y sobre la cama del más alto se erguía el cuerpo de Slaine hecho bolita, con unos orbes vacíos.
—Bat.
No recibió respuesta, siquiera parecía moverse, sus ojos perecían negarse a cerrar los párpados, su cuerpo estaba tenso en posición fetal y la temperatura era considerablemente fría, siquiera notaba el vaho que se supondría debería salir de entre los labios del prisionero, pero llevaba suficiente tiempo ahí para suponer que su cuerpo termino por enfriarse de forma efectiva.
—Bat, ¿sigues vivo?
Inaho dejo el cuestionamiento al aire como cualquier pregunta retórica, los labios de Slaine se torcieron en una mueca parecida a una sonrisa, una muy cínica, río, pero su risa se tragiversaba por aquel casi voto de silencio que llevo durante toda la semana, tenía mucho tiempo sin hablar.
—Por desgracia orange sigo vivo, gracias por preguntar.
La voz ronca y apagada del ahora chico que el veía le dolía, aquel oponente, a quien que en el pasado consideró una de las personas más apasionadas, estaba apagado.
—¿Cómo has estado? —cuestionó, en verdad preocupado por el contrario.
—Vivo, estoy vivo.
—¿Eso es malo?
Para aquel tiempo el conde se había sentado y enderezado por el poco orgullo que aún le quedaba, por esa pizca que ni el mismo logró doblegar, el más bajo tomo una silla y la colocó frente a frente, los labios del conde temblaron, reflexiono entre si responder o no a la pregunta de Inaho, pero no perdía nada.
—Si, es malo, muy malo.
—¿Por qué?
—Porque estar vivo es mi peor castigo orange...
—Asseylum no te guarda rencor, tampoco está enojada.
—Y esa es la peor de mis dolencias, el más amargo sabor que mis papilas degustarían. Estar vivo duele mucho.
—¿Por qué no te suicidas?
Porque aunque Inaho se preocupaba, necesitaba recopilar datos de su antiguo enemigo, pero ahora siquiera oponía alguna resistencia ¿podría seguir llamándole así?
—Porque este es mi castigo —Hilos de lágrimas comenzaron a recorrer su cara-; porque yo me orille a esto. Mi vida, esta vida es una cámara de tortura de la que solo saldré muerto y yo... Aunque lo piense día y noche, debo dejar de huir como un cobarde, no me puedo suicidar si respirar es mi condena.
—Bat...
Slaine se acostó y se dio la vuelta, dándole la espalda a su visita.
—Por favor, vete.
Y aunque esa boca lo negara, esos ojos aguamarina le mostraban lo que tenía que ver, estaban acuosos, inyectados en dolor, su rostro ligeramente rosado a pesar de su palidez, había estado llorando y ahora volvía a llorar, escuchaba sus hipidos y pequeños sollozos.
Pudo haberse quedado a consolarle, abrazarle, decirle que todo estaría bien, pero no era nadie, sabía que no le escucharía, Saazbaum no era técnicamente nada para él y solo se encontraba ahí a petición de Seylum, no más.
Porque todo el dolor y arrepentimiento de aquel chico, no tenían que ver con él, solo quedaba el hecho de que se lamentaba que la pasión, el fuego en los ojos de Slaine, se hubiera esfumado.
Por eso, salió de la celda aquel día.
Sin decir nada.
ESTÁS LEYENDO
Heartless
Fanfiction無情な | Cuando Slaine se dió cuenta de que falló a todo aquello en lo que alguna vez creyó, no tuvo razón alguna para continuar, sin embargo, ¿por qué Inaho se está esforzando tanto por él? Orangebat. ─────────────────── Art in cover by vennieandroxie...