014 | EL CHICO DE OJOS AZULES.

2K 111 37
                                    

"En ti, entré completo y salí por trozos".

-Benjamin Griss.


CAPÍTULO CATORCE

[El chico de ojos azules]

Aiden.

12 años atrás.

—Aiden, cariño. Levántate ya –escuché la dulce voz de mi madre. Decidí entonces abrir los ojos, encontrándome con su dulce rostro. Mi madre siempre me miraba con ternura y amor, sin importar que su mundo se estuviese derrumbando. —Recuerda que hoy iremos al parque, así que baja a desayunar –depositó un beso en mi frente, y luego salió de la habitación.

Hoy presiento que será un buen día.

Bajé corriendo hacia el primer piso, en donde se encontraba mi familia sentada en la mesa esperando a mi llegada.

Observé a mi madre, quien se encontraba sentada en el lado derecho de la mesa, con la mano en su barriga y sus ojos en la comida que estaba frente a ella. En cambio mi padre, él se encontraba sentado en la silla del centro de la mesa, con su rostro metido en el periódico.

Corrí hacia él, decidido a darle un gran abrazo de buenos días.

—Aiden, no me abraces –dijo reprendiéndome mientras con sus brazos me apartaba de él. —Los hombres no se abrazan.


—Sí, padre –contesté cabizbajo mientras caminaba hacia la silla junto a mi madre. Ella sobó mi espalda y besó mi cabeza.


—No te preocupes por él, cariño. Sabes que es un viejo amargado –susurró ella en mi oído, cosa que me dio mucha gracia.

A pesar de los maltratos de mi padre, los cuales recibía diarios, mi madre lograba alegrarme el día, sin importar con que fuera, ella lograba ser mi luz en la oscuridad.

💌


—Hemos llegado, cariño –dijo mamá deteniendo el auto. Seguidamente desprendió mi cinturón, y salí casi volando por la puerta del auto.


Amaba ir al parque. Para mí era como un lugar en donde se podía encontrar paz, aparte de mucha diversión.


Me detuve un momento, y me giré para chequear si mi madre venía detrás de mí. Cada vez le costaba más y más ya que su barriga estaba creciendo mucho. Ella me dijo que iba a tener una hermanita, pero aun no entiendo cómo va a tener metido un bebe en su estómago, ¿se la habrá comido? Créanme, le pregunté que si se la había comido, y me dijo que "era un tema de adultos", así que espero que cuando yo crezca me expliquen como un bebé llega al estómago de una mamá.


Llegué a los columpios colocados junto al deslizador rojo, en donde se encontraba una niña de cabello rubio, parecía de oro ya que era muy resplandeciente y largo. Un niño del mismo tono de cabello estaba empujándola demasiado fuerte para mi gusto.

—Oye, ¿no crees que la estas empujando demasiado fuerte? –pregunté sentándome en el columpio disponible. —Se puede caer.


—Eso es lo que más quiero, que se caiga –dijo el chico de cabello rubio. La niña trató de bajarse, pero el niño no dejaba de empujarla.


—Oye, deja de empujarla –interferí empujando al chico lejos de ella. —¿Estás bien? –pregunté deteniendo el columpio.

La Apuesta© #1 |en edición|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora