La Apuesta© #1 |en edición|

013 | EL CHICO NUEVO.

"Aprenderás que no importa en cuantos pedazos tu corazón se partió, el mundo no se detiene para que lo arregles".
—William Shakespeare.

Abigail.
Habían veces en los que me detenía a pensar por un segundo en todos los acontecimientos que han pasado hasta el momento. En lo mucho que he cambiado, en especial sentimentalmente. Siento que he madurado y he sacado lo mejor de mi ser. Antes solía ser la chica aterrorizada por todos, dejaba que tomaran las decisiones por mi. Yo era la clase de persona etiquetada como un objeto frágil. Nadie se atrevía a hablarme fuera de tono, por que si no sabían que pasaría llorando el resto del día.
Por parte agradezco al último chico que jugó con mis frágiles sentimientos, gracias a el, soy lo que soy. Me convertí en una versión mejorada de mí, mas fuerte, mas decidida y mas madura.

Así que sí, Noah Henderson, esto va por ti!

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Las audiciones para el equipo de porristas habían acabado hace 5 minutos aproximadamente. La entrenadora adjuntaría los resultados el día de mañana en el tablero del pasillo.
No estaba tan emocionada por la idea de ser porrista, pero me encantaría presenciar la expresión de Alyssa al ver mi nombre escrito en esa lista.
Decidí refrescarme un poco, y tomar asiento en la gradería mas cercana a los chicos.

Algo que me apasionaba era verlos jugar, ver como se esforzaban por algo que aman. Tal vez no sea por el puesto, si no por el amor al deporte.
En mi campo periférico había una cantidad variada de chicos musculosos, desde altos hasta bajos. Pero hubo uno que llamó mi completa atención.
Ver la manera en como jugaba provocaba brincos en mi corazón.

No se si en realidad era por su presencia, o podría ser un síntoma de Arritmia. 

En ese instante, recordé lo que me había propuesto al llegar aquí.

No te enamores de un idiota.

Y estaba mas que comprobado que el 80% de los idiotas conformaban  el equipo de Football.

Y eso lo había confirmado desde el momento en que pisé este campo. Por el simple hecho de ver esa cabellera oscura correr detrás del ovoide.

Después de ciertos minutos divagando en el trasero de estos chicos con cuerpo de dioses, vi a mi hermano acercarse.

Y no venía solo.

—Lo siento por hacerte esperar, Abbie –empezó a decir mientras se aproximaba hacía las graderías. —Prometo recompensarte.

—Esa oferta suena tentadora –dije olvidándome totalmente de la presencia masculina que se encontraba junto a mi hermano.

—Antes de que se me olvide –comentó mi hermano mientras palmeaba la espalda del chico que había analizado anteriormente. —El es Derek Wilkinson, acaba de entrar al equipo, igual que yo.

El chico Derek me sonrió instantáneamente, sacando a lucir su perfecta higiene bucal.

Me quedé paralizada por un momento mientras analizaba a este ser parado frente a mi. Tenía una muy excelente contextura física, pero no se que habrá detrás de toda esa masa muscular.

—Mucho gusto, me llamo Derek –dijo el chico sacándome de mis pensamientos. —Un gusto conocerte –observe mientras extendía su brazo en mi dirección en forma de saludo. Dude por un segundo en corresponderle su saludo mas conocido cómo"prometo no tratar de meterme en tus pantalones".