016 | ESTO ACABA DE COMENZAR

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"Y poco a poco, te fuiste convirtiendo en la persona que quiero para el resto de mis días".

CAPÍTULO DIECISÉIS

[Esto acaba de comenzar]


Aiden.

Habían pasado alrededor de 15 minutos desde que el bus comenzó a arrancar. Decidí tomar el asiento de la ventada por el simple hecho de que siempre me pierdo en las nubes.

Mientras Ed Sheeran susurraba en mi oído, muchas cosas pasaban por mi cabeza.

¿Será la mejor decisión seguir intentando arreglar las cosas con Abigail?

Desde lo que pasó en su casa, no he podido dormir bien. Algo está allí molestándome, y me encantaría saber que es.

Mientras me perdía en mis pensamientos, sentí un peso recaer en mi hombro. Con cuidado giré mi cabeza, y pude ver unos mechones rubios alborotarse cada vez que se movía el bus. Decidí entonces dejarla dormir en paz y seguir con lo mío, cuando una pequeña y suave mano sujetó la mía.

No pude evitar sonrojarme ante aquel acontecimiento.

Sabía que esto en realidad no estaba pasando, ya que ella estaba dormida, y no se daba cuenta de lo que hacía. Pero desde este momento, juro hacer todo lo que tenga en mi alcance para tenerla de nuevo en mis brazos.

***

Después de una hora de camino, por fin el bus se detuvo. La puerta se abrió y todos comenzaron a salir.

—Abbie -susurré en su oído mientras sacudía levemente su hombro. —Levanta ya que llegaremos tarde.

En eso, sus ojos se abrieron y me vieron con intriga.

Abigail.

Abrí mis ojos, encontrándome con los típicos ojos azules que me han venido aterrando desde que entré a este colegio.

—¿Que rayos estás haciendo, idiota? -dije mientras alejaba mi mano bruscamente de el. —¿Te crees muy chistoso, no? -y sin decir más, tomé mis cosas y salí del bus.

Cuando todos estaban afuera del bus, nuestro maestro llamó nuestra atención con su bendito silbato amarillo.

—Bien estudiantes. Espero hayan dormido y descansado bien, por que las 2 semanas que estaremos aquí, serán las más difíciles de toda su vida -un montón se quejaron he hicieron sonidos extraños en respuesta de enojo y pereza. —Desde hoy, no se podrán separar de su pareja en ningún momento. El guía los ubicará en sus cabañas. Tienen una hora para darse una ducha y hacer lo que se les plazca. Luego se presentarán en este mismo lugar, por que hoy tendrán su primera asignación: Hacer una fogata. Así que mucha suerte muchachos.

El guía nos llevó a nuestra cabaña que tenía el color de nuestro listón pintado en el centro.

—Recuerden, una hora contando desde ahorita, mucha suerte -dijo antes de irse con otro grupo de chicos.

Aiden y yo entramos silenciosamente a la cabaña.

Para ser una pequeña, tenía muchas comodidades, como 2 habitaciones, una sala de estar y una cocina.

La Apuesta© #1 |en edición|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora