un amor inesperado

entierro

Eran las seis, Nadia se acercó hasta la puerta del cementerio a esperar a sus abuelos.

Llegó un taxi, eran sus abuelos y Nadia se acercó a ayudarles a bajar.

Entraron dentro del cementerio.

-¿Te parece bien que fuesemos a ver la tumba de tu madre luego? preguntó su abuela.

-Claro dijo Nadia.

Llegaron hasta donde se iba a enterrar Will.

-¿No hay nadie de su familia? preguntó su abuela.

-No, lo mas cercano a una familia eramos nosotros dijo Nadia.

Iván y Arancha estaban en el entierro, estaban en frente de Nadia.

La ceremonia empezó, nadie hablaba en ese momento, asistieron mucha gente, todos eran amigos de Will.

Llegó el momento de emterrarle, Nadia se acercó, besó una rosa roja y la tiró mientras sus lágrimas caían de sus ojos mientras le dedicaba unas pequeñas palabras.

Todo acabó, la gente se fue marchando y algunas personas le dieron el pésame a Nadia incluyendo a Arancha e Iván. Ya no quedaba nadie allí.

-Id yendo vosotros a la tumba de mi madre, ahora os alcanzo yo dijo Nadia.

-Vale cariño dijo su abuela.

-Hola cariño, no va a ser fácil estar sin tí, sin estar a tu lado. Arancha y yo ya no nos hablamos, la necesitaba y ella no estaba, ahora fuma, ya no es la de antes. Me tengo que marchar, voy a ir a ver la tumba de mi madre, volveré, vendré todas las semanas, aunque llueva, aunque truene, me da igual.

Nadia se marchó hasta la tumba de su madre donde vió que estaban sus abuelos.