Día 1.

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El exquisito olor a panques hizo que Louis despertará repentinamente, saltó del sofá en que se encontraba y fue en busca del desayuno. Una mata de rizos bailaba moviendo las caderas torpemente al mismo tiempo que servía café y panques en un plato. El castaño carcajeo estruendosamente, haciéndolo sobresaltar.

"¡Por dios! Me asustaste" recriminó poniendo las cosas en la encimera.

"Me di cuenta" rió tomando un panque.

"¿Asistiras al trabajo hoy?" cuestionó con curiosidad.

"No, pedí mis vacaciones hace más o menos una semana, me tendrás tirado en tu sofá todo el día" aplaudió con entusiasmo fingido.

"Bueno en ese caso, podría dejarte algunas tareas" sonrió con algo de malicia.

"¿Qué? No, no, no definitivamente no, es tu apartamento, no el mío" reclamó sorbiendo un poco del humeante café.

"Podrías ayudar al menos en algo" acomodó el sofá en el que había dormido Louis.

"Bien, dime que haré y me encargo" aceptó haciendo una mueca.

¿Porqué jodidos acepte ayudar? Pensó metiendo la mano en el tubo del resumidero que tenía restos de comida atascados, era su última tarea del día, Harry llegaría en cualquier momento y sabía que si lo encontraba aún en labores quedaría como un completo vago, hacia unas cinco horas que el rizado había salido camino al trabajo dejándole tan solo tres tareas que recién iniciaba hace dos horas antes.

De repente se escuchó el portazo de la puerta principal.

"He llegado Louis" informó en un grito sin aún verlo.

"Aquí estoy" se levantó sacudiendo sus pantalones.

"Acabas de terminar ¿no es así?"

"Si. Yo no tengo la culpa de que tu sofá sea muy cómodo y tengas canales de la puta madre" alzó ambos brazos en señal de tregua.

"Traje algo de comida, iré a dormir un poco" colocó la bolsa en la mesa.

"Bien" respondió el ojiazul.

Pasar tiempo con Harry no era malo, de hecho le parecía tranquilo, llevaban conociéndose alrededor de trece años, pero su rivalidad por las motocicletas y los coches era más grande que cualquier oferta de amistad.
Aunque tomaba en cuenta que recién un día llevaba allí, tal vez a partir del día siguiente sería una locura.

Era recién media tarde, daba zapping a la televisión una y otra vez, no encontraba algo digno de su agrado, suspiró exhausto, quería salir a pasar el rato en algún bar, distraerse un poco, de no ser porque no era su apartamento, ni siquiera estaría ahí, pero debía respetar a Harry, lo tenía muy claro.

No se dio cuenta de cuando cayó rendido en aquel sofá tan cómodo, hasta que sintió como lo movían bruscamente. Gruño molesto sin abrir los ojos aún, escucho al rizado hablar.

"Louis, saldré, llegaré tarde" avisó colocando su chaqueta sobre su hombro.

"¿Dónde irás?" serían las 11 de la noche, nadie en su sano juicio saldría tan tarde de casa a menos que...

"Iré a correr" dijo con simpleza.

"Te acompaño" se levantó, necesitaba lavarse el rostro por lo que fue hasta el baño.

"Si quieres" se encogió de hombros restandole importancia.

"Listo, andando" salió sin la cara llena de baba como antes.

La pista estaba invadida de personas, tanto adolecentes como hombres mayores, en la punta de salida ya se situaban tres motocicletas más, el rizado saludo a los que Louis suponía eran los suyos. Unos cuantos gritos se hicieron escuchar cuando a la gran carrera llegó una moto deportiva de lujo total, de ella bajo Kendrick Lyon, el mayor ganador en las pistas tanto de motocicletas como de autos, Louis bufo, lo conocía, le habría ganado al menos tres apuestas.

Cada corredor tomó posición, el castaño se situó lo más cerca que pudo, no quería perder detalle de nada. La carrera comenzó, serían 3 vueltas las que darían. Styles, Lyon, Smith, Dumont y Petrovic competían.

La lucha por la tercera plaza continuaba entre Harry y Kendrick. Apenas estaban separados por tres décimas.

Kendrick se cae. Estaba tercero peleando con Harry y se ha ido al suelo en la misma curva que Dumont y Smith antes.

Los aplausos y gritos de victoria no se hicieron esperar, Harry había ganado una vez más, sin duda se convertiría en un gran corredor al paso que iba, Louis sonrió y espero que todos alrededor del ojiverde se quitasen para él poder felicitarle.

Llegaron agotados al apartamento del rizado cerca de las dos de la mañana. Ninguno había aceptado los tragos que les ofrecían, no les apetecía beber.




Tengo los demás capítulos hechos but no se si subirlos ahr, soy un desastre, saludos a las de zl, las amoooo

Week /Historia Corta /Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora