Día 5. Smut.

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El día amanecía lluvioso, los relámpagos se hacían escuchar, autos apenas y transitaban, no se veía la presencia de una sola persona por la acera. Tenían la calefacción lo más alta posible, no querían morir congelados eso estaba claro.
Luego de lo sucedido la noche anterior no se dirigían la palabra desde recién levantados, el castaño molestó se encontraba, al parecer Harry creyó que sería fácil tener un acoston con él, y ni hablar del último mencionado, la ducha de agua fría en que se metió el día de ayer le causaría alguna hipotermia o algo parecido, pensaba el, y todo por culpa del ojiazul, no quitaba sus ganas de matarlo, aún.

Por la media tarde el frío ya era insoportable, Harry había decidió no asistir al trabajo, se acostaria a ver alguna película en su cómoda cama matrimonial, pero dudaba al ver a Louis sentado en el sofá con sólo una manta, incómodo y temblando apesar de la calefacción.

"¿Louis?" llamó casi en un susurro.

"¿Si?" se giro para verle.

"Veré una película en mi cama, ¿vienes? Tal vez acá estés más cómodo y arropado" sugirió sonriendo.

"Esta bien" aceptó caminando por el pasillo hasta la habitación.

La noche caía, más de cinco edredones tenían encima y aún así el frío les hacía castañear los dientes, cuando al fin decidieron apagar la televisión se acomodaron, uno al lado de otro. Louis debía admitir que esos ojos esmeralda le parecían lindos, también esos labios y que decir del increíble cuerpo que cargaba el hombre frente a el, a quien ahora miraba directo a los ojos.

"Lo siento por lo de ayer" habló en un susurro.

"No te preocupes, debí imaginarlo" bromeó volteando hasta algún lugar fijo de la pared.

"Y-yo quiero remediarlo, siempre lo he querido hacer, inclusive sin tener que causar algo para eso" Harry lo miraba confuso.

"No entiendo realmente" confesó.

"Solo bésame idiota" sin más amoldo sus labios a los de Harry.

El calor crecía en aquella habitación el deseo se transpiraba, fueron unos minutos de simples besos hasta que Louis decidió que era hora de hacer algo más por lo que con fuerzas reunidas los hizo girar quedando el arriba del rizado. Este sonrió mirándole, lo beso con algo de desesperación, sus grandes manos viajaron hasta la camisa del menor, forcejeando en un amago por quitarla.

Las manos del más bajo viajaron por todo el abdomen bien formado de Harry haciendo que soltara suspiros placenteros, mientras este masajeaba con fervor sus glúteos, esos que siempre había querido tocar.

La ropa fue sobrando, entre caricias quedaron desnudos, las mejillas de Louis más rojas de lo normal, tenía pena, y pensar que sus madres se conocían y ellos se miraban desde pequeños no ayudaba en nada. Con algo de valentía empujó nuevamente al rizado haciéndolo caer de espaldas en la gran cama y se subió a horcajadas, le quería montar, fantasía sexual, tal vez.

Harry le acariciaba el trasero quería enterrarse en él, pero tenía que ser paciente, hacerlo calmo como Louis lo estaba haciendo, sin prisa tomándose su tiempo, los gemidos se hicieron mayores cuando Louis conscientemente comenzó a frotarse, tomando a Harry por los hombros, jadeos incontrolables salieron de lo mas profundo de Louis cuando sintió uno de los largos dedos de Harry rozar su entrada.

"Lubrícame" musitó.

"Ya mismo" dijo sin más tentando con meter un dedo dentro. Louis jadeo echándose atrás, desesperado estaba.

Metió al fin un dedo moviendolo suave, se dio cuenta de cuan estrecho estaba. Segundo dedo, los gemidos del ojiazul iban en aumento al igual los rasguños que le propinaba a Harry en los hombros y parte de la espalda.

Cuando estuvo completamente lubricado, hizo un amago por sentarse en el pene de Harry, pero no fue así, en un rápido movimiento su cara estaba frente a esté, le quería dar una mamada antes, si, otra fantasía con aquel ojiverde caliente.

"¿q-que harás?" tartamudeo cegado por el deseo.

"Solo disfruta Styles" resoplo tomando con sus pequeñas manos el glande del rizado.

El líquido preseminal comenzaba a salir, por lo que esparcio algo de aquello por el gran pene, y sin esperar más paso su lengua desde la base hasta la punta, alzó la vista, el ceño de Harry estaba fruncido y mordia su labio inferior con fuerza.

"Joder" gimió aprentando las sábanas a sus costados.

Lo lamía como si de una paleta se tratase, velozmente lo sacó de su boca y busco en algún cajón situado a lado de la cama, un condón.

"¿Tienes condones?" preguntó con desespero en su voz.

"Si, están allí" apuntó el cajón donde se hallaba la mano del castaño.

Lo puso en el glande del ojiverde una vez lo encontró y abrió.

"¡Joder si!" gritó. En un abrir y cerrar de ojos el castaño ya lo montaba. Demasiado estrecho como lo había imaginado desde sus dedos dentro de él, jadeo, se quedaron quietos un momento, Louis debía acostumbrarse a su tamaño.

Varios minutos despues le ayudo con los movimientos tomando lo por las caderas, Louis gemia alto, sin controlar las vulgaridades que salían de su boca, de vez en cuando hacia movimientos circulares dándole más profundidad a las embestidas, aunque Harry no se quedaba atrás, se elevaba dándole también mayor placer, los dos sudaban sin parar, abrieron los ojos y se miraron fijamente ambos sintiendo como un abrasador orgasmo los llevaba al edén. Louis manchando el abdomen de Harry y este último llenando el condón con su semilla.

La noche paso tranquila, los dos abrazados en la misma cama luego de tomar una ducha en la tina, Harry sonreía inmensamente al igual que Louis, no lo habían dejado de hacer desde el caliente encuentro.

"Me gustó" habló por fin el ojiverde abrazando por la cintura al más bajo.

"A mi me encanto" mordió su labio seductoramente.

"No hagas eso" reprochó.

"¿El qué?" cuestionó inocentemente.

"Morder tu labio, me dan ganas de volver a meterme dentro de ti" escupió sin pena.

"Eso es tal vez lo que quiero"

Y así iniciaron otra ronda de sexo.

Week /Historia Corta /Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora