No siempre uno es lo que aparenta. No siempre uno es lo que dice ser. Todos somos diferentes, todos somos distintos. Simplemente, buscamos nuestro camino.
Hay ocasiones en las que no podemos evitar decir o hacer dichas cosas. Miramos al vacío, perdiendo nuestra mirada en este.
Creamos nuestro propio mundo y eso es algo que aveces es inconscientemente inevitable. Hay incluso ocasiones en las que, vivimos alejados de todo y todos... En lo personal, es algo que me gusta, creo mi propio mundo de ilusiones, creo una vida un tanto diferente a lo que vivo yo. Me es difícil el explicarme, pero hay momentos en los que quisiera salir corriendo a un lugar distinto. Perderme en el camino, y nunca tomar este de vuelta ha casa.
Eso es, algo que en lo personal, me gustaría hacer. Un mundo rodeada de libros, sumergiendo más mi ego hacía lo desconocido. Un mundo, donde no existan las críticas y que nadie diga o haga algo en que en algún momento, se pueda arrepentir. Yo lo he hecho, me he arrepentido de cosas que he dicho y hecho, pero no soy lo suficientemente valiente ni fuerte para decirlo en voz alta o decirle a alguien... Me siento mejor así, al escribirlo, que al decirlo. Muchos mal interpretan mi estado de ánimo, no puedo estar simplemente sería, por que creen que traigo un genio de perros... Y solo, no es así.
Yo reprimo mis emociones, por que creo que no hay alguien, digno ni de tan siquiera escucharme decir «me duele la cabeza». Eso si estallo al momento en que se meten con mis cosas, no soporto el hecho de que alguien las toque, todo esta en su lugar y no me gusta que nadie las mueva.
Mis "sentimientos" son un tanto desconocidos para mi, hay ocasiones en los que ni siquiera yo, los conozco, no me gusta demostrarlos, ni que me los demuestren, el simple hecho de darle consuelo a alguien me estreza, pues ni yo misma me lo doy. Al estar con alguien más y escuchar lo que le aflige, me limito a escuchar y asentir, la mayor parte de lo que dicen, no lo proceso. No soy un tanto seria pero una vez iniciada una discusión, no hay momento en que pueda callar.
Ese es otro de mis problemas; las discusiones. No me gusta estar en ellas, ni mucho menos involucrada o en medio de estas. Siempre buscan un motivo, cualquiera que sea, y lo usan en mi contra. Hay ocasiones en las que no me queda más objeción que escuchar y decir «sí» o «no» o simplemente no digo nada.
Mi día esta lleno de estrés, habladurías mal de mí, de aquí por allá, y eso me molesta en lo extremo. No puedo tener ni siquiera una conversación saludable, por que ya me hechan todo en cara. Y me cuestionan el por qué no tengo confianza alguna. A mi ver y ya dicho... No se la han ganado en lo más mínimo.
Ya no puedo con esto... Mis ataques son con más frecuencia, y los peores son, cuando estos vienen con lágrimas en los ojos y un llanto a mares. Eso me dice que estoy a punto de desatar mi ira. Me encierro un largo rato en el proceso de estos. Pues el tener público, no es uno de mis fuertes. Me dan ganas de gritar. Pero los peores son los que no podemos dar, y ese es un golpe bajo para mi.
Hago mis manos en un perfecto puño, y lo aprieto hasta que la palma de mi mano queda blanca y está se me en garrote. Doy gritos desesperados. Pero nadie viene a mi ayuda. Nadie me auxilia. Reprimo la mayor parte de mí, en decir palabras al aire, hasta que se vallan quedan en el olvido. Mi rescate está a la vuelta de la esquina... Pero nadie es lo suficientemente tonto, para dejar de hacer cosas importantes como para ayudar. Me duele admitirlo, pero se que mi presencia no es del agrado de nadie...
No se cual sea mi propósito de estar aquí. Ni mucho menos el por qué de mi llegada.
Como dije, me duele acéptarlo, pero no es algo, por lo visto, en lo que me tenga que hacer sufrir... Pero la sociedad está logrando su propósito, y me destruye poco a poco...
Simplemente me mata...
Mi coraza se deteriora con las malas caras y gestos del día con día. Lloro casi todas las noches, esperando, a que algun valiente venga a mi rescate, pero eso es tonto he iluso... ¿Quién vendría por alguien al que ha quedado en el olvido? ¿Quién estaría dispuesto a pasar una vida entera junto a mi lado y no pagar las consecuencias? ¿Quién seria lo sificientemente incrédulo para pasar ha por mí? Estas preguntas y más, se formulan en mi mente cuando se que no tengo oportunidad alguna.
Me imagino a mí, vagando por el campo Santo, en busca de mi no sé qué, ya muerto y que nunca más podre recuperar. Mis luchas, mis encuentros, mis búsquedas, mis profundizaciones. Todo es absurdo, no hay nada que buscar. No queda más que cenizas, que poco a poco mis palabras ahogadas por el viento también se las ha llevado. Arrastado a un lugar desolado.
Estoy completamente pérdida y devastada, que más me queda. ¿Qué más puedo hacer?
Nada.
Absolutamente nada.
Estoy completamente sola. Solo tengo mi rincón alegre para mi misma, una pila de libros y horas y horas interminables de lectura que me ayuda a relajarme.
10/05/17.

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Ansiedad
Novela Juvenil«No estoy loca, no estoy loca, no estoy loca...» Es lo que me repito cada día. Pero por lo visto, no funciona. Nada funciona. Soy un caso perdido. Ya estoy harta de todo esto, quiero que pare, pero... No puedo. Cada día es peor que el anterior...