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"Los ojos son el espejo del alma...
Los mios del infierno."
-Kasper.

Nada vuelve a ser como antes, todo es diferente, todo cambia. Nada es igual.

Las personas no volvemos a ser las mismas de antes, el odio, la ira, el desprecio, nos cambia por completo, saca lo peor de cada uno de nosotros y nos marca de por vida algo de lo que ya no podemos escapar.

Queremos volver a ser los mismos de antes, ser felices tal vez, volver a la rutina, pero ¿qué era realmente lo que hacíamos antes, si no conocíamos esta vida?, las rutinas cambian cuando alguien nuevo llega a nuestra vida, hacemos cosas nuevas, cosas que tal vez, y sólo tal vez, jamás nos imaginamos hacer, es grato pasar momentos agradables con esa persona que llega de golpe a nosotros, tomamos nuevas rutinas, cambiamos nuestra forma de pensar y de actuar, cambiamos todo por esa persona, ¿pero qué pasa cuando esa persona se va, se aleja de nosotros?, ¡todo cambia!, ya nada vuelve hacer como antes porque olvidamos cómo era nuestra vida mucho antes de conocerla. Se siente el vacío por dentro, la desesperación de querer volver a verle, pero sabemos que eso nunca pasará, tal vez veamos a esa persona una vez más pero para ese entonces ya habremos hecho nueva rutina.

"Cada día sin darnos cuenta y al automático conocemos gente nueva, cuando vamos en la calle por lo general, al decir "buenos días" ahí hacemos una forma de contacto con la gente, al salir de casa, aspiramos el aire de un nuevo amanecer agudizamos nuestros sentidos, el tacto al tocar cosas en nuestro camino, la vista al ver lo nuevo, el oído al escuchar la maravilla sonora matutina, el olfato al oler las fragancias y el gusto al degustar los nuevos sabores."

[...]

-¿Sabes qué es aquello que siempre quise hacer, y que nunca pude y que ahora quisiera hacer?- dijo viendo al horizonte, mientras movía sus piernas de atrás hacía adelante como suelen hacer los niños, con esa mirada llena de felicidad, su respiración rápida, forzada y pesada, todo en él irradiaba felicidad, no encontraba las mejores palabras para describirlo en este momento. De tan solo verlo me contagiaba su alegría, de esas veces en las te contagian de energía positiva.

Lo observé unos segundos más y pregunte. -No, no lo sé- él solo volteo a verme y sonrío, si me llegarán a preguntar de cuál de todas las sonrisas más hermosas que he visto quisiera quedarme solo con una, sin duda alguna elegiría la de él, porque él me enseñó muchas cosas, me ayudo a comprender todo lo que necesitaba saber sobre mí, él tiene algo especia que hace llamar por completo mi atención. Volví a la realidad en ese entonces. -Pero si me dices sabré eso que tanto anhelas hacer.

Soltó un enorme suspiro, volvió su vista a donde mismo, vio un instante y hablo. -Esto, justamente esto. Estar sentado en la rama más alta de un árbol, estar tranquilo conmigo mismo, ver el atardecer... y todo esto acompañado de alguien especial. Antes no tenía a nadie, pero desde que te conozco te has convertido en una persona muy especial para mí, que me supo escuchar, que no juzgó sin conocerme, que me dio una oportunidad, y no cualquier oportunidad, sino de aquellas que solo una vez en la vida se consiguen y esa me la diste tú.

***

Como lo ha sido todo, cada recuerdo en mi vida es vago, no hay algo que pueda recordar bien, algo que me haga feliz, algo que me haga triste, soltar una leve sonrisa o una triste lágrima todo es monótono, respiro porque me es necesario y porque es lo único que recuerdo, o sólo es el simple hecho de que el respirar sirve en automático.

Pequeños fragmentos de mi vida pasada me atormentan, llegan como visiones en flash, así como llegan se van. En un abrir y cerrar de ojos, y no sé lo que pasa por esos instantes en mí. No veo más que al vacío cosas que en algún momento quise recordar pero ya no.

No más.

Dejaré de buscar algo que no sé en dónde esta y me concentraré en el ahora, si quiere salir que salga, si quiere que recuerde recordaré, pero solo eso, eso y nada más.






AnsiedadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora