-¡MALDITO IMBÉCIL!
-¡¿EH?!
Kaito golpeó a Shuichi en su cara sin pensarlo dos veces. Se lo merecía después de todo. El peli-lila a penas estaba dentro de la casa. Ni bien el peli-azul abrió la puerta, fue recibido con un golpe. Su tío fue corriendo a ver si estaba bien.
-¡¿Quién es usted?!- preguntó éste.
-Déjalo, tío- dijo Shuichi- tiene todo derecho a hacerlo.
-¡CLARO QUE LO TENGO!- exclamó Kaito- ¡OUMA ESTÁ LLORANDO!
El de azul abrió los ojos.
-¿C...cómo que está llorando?- murmuró.
-Como oíste- le respondió- primero, lo ilusionas, después, te vas del lado contrario y, por último, ¡LO DEJAS LLORANDO CON LOS SENTIMIENTOS EN LA BOCA!
-¡YA LO SÉ! ¡AKAMATSU Y AMAMI NO SON BUENOS! ¡NO DEBES REPETIRMELO!- soltó unas lágrimas- ¡DEBÍ CREERLE! ¡ME DIJERON EN LA CARA QUE OUMA ERA UN JUGUETE! ¡SOY UN IDIOTA! ¡POR ESO INTENTÉ HABLAR CON ÉL PERO NO ME HIZO CAZO! ¡LO CITÉ MAÑANA PARA HABLAR Y ACLARAR LAS COSAS!
-Será mejor que sí- se dijo dándose vuelta- no seas como Amami y le rompas el corazón.
Se fue sin más dejando a él y a su tío solos con mucho de que hablar.
(...)
-¡¡¡DÉJENME!!!- exigió.
-¡OUMA, SAL YA!- le pedían.
-¡¡¡NO!!!- se negaba.
¿Cuánto tiempo llevaban así? No iban a convencerlo de ninguna forma. Ya tenia demasiado. Cayendo unas veces en el intento, se paró hasta llegar a su cama. Se acostó y miró el techo. "Que cobarde..." se dijo. Quería escapar, dejar todo en el pasado y no volver. ¿Eso era de alguien valiente? Por supuesto que no. Ha estado dependiendo de todos. De Kaito, de Maki y de su equipo. Ya no podía más. "¿Y si acabo con esto?" se preguntó pensando en las pastillas para dormir que Maki le había entregado..."¡NO!" sacudió la cabeza. Por más que quisiese, no podía dañarlos. Se resignaría a afrontar lo que Shuichi tuviera que decirle.
(...)
Como prometió, estaba esperándolo en la puerta. Las clases habían terminado hace más de cinco minutos. Curiosamente, Ouma había asistido sólo a la primera y faltado a las demás. Aunque odiase la impuntualidad, tenía que ser paciente. Quizás estaba en un tema importante, quizás lo llamaron...o quizás ni quiso ir. Si ese era el caso, Shuichi no se hubiera sorprendido. Destrozó su confianza y se puso del lado del "enemigo".
-Shuichi-kun...- llamó la rubia.
-Ya déjame en paz, Akamatsu- dijo simple. No tenía tiempo para tonterías.
-¿Sin honorífico, ah?- rio- bueno, sólo venía a decirte que lamentaba haberte llamado así el otro día.
-No me importa lo que digas de mí, sino de Ouma- frunció el ceño.
-Ajá- la rubia se acercó a su cara- que mal.
-¿Qué di...?
(...)
"Saihara-chan".
No dejaba de debatir; ¿debía ir o no? Quizás iba a decirle algo bonito, como una declaración, pero también podía decirle que era un cobarde...insultarlo...decir que nunca quería volver a verlo...
-¡NO!- gritó de la nada. Con suerte, no había nadie en los pasillos.
Logró salir antes de que su equipo lo viera. Esperaba que no vuelvan por un tiempo. Sonaba egoísta pero no estaba de humor para esas cosas. Apostaba que le iban a preguntar que era lo que había pasado y lo verían una persona carente de valor...aunque escondiéndose y llorando frente a ellos ya lo había mostrado.
ESTÁS LEYENDO
¡Sonríe, Saihara-chan! (Oumasai/Saiouma) #HopeAdwards
FanfictionNo encajaba, no hablaba, no socializaba. Lo creían el "rarito" o el "emo" del salón. Nadie se molestaba en ayudarlo tampoco. ¡ESPERA! Ésta historia no termina aún. Antes debe pasar algo... -¡Sonríe, Saihara-chan! ADVERTENCIA: esta pareja es formada...