Capitulo III

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Los días pasaron y trate de deshacerme de ese florero del terror, así lo había denominado, pues solo tenerlo cerca colocaba mi piel de gallina. Pero resulta que lo que decía la carta era real, no podía de ninguna manera desaparecerlo, porque al salir el sol en las mañanas despertaba y ahí como burlándose de mí, volvía a aparecer en mi mesa de noche, yo me sobresaltaba y ya lo miraba con odio pues me sentía impotente y amarrada a algo que jamás pedí. Pero eso no era lo más terrible, un mes después de recibirlo, me desperté una madrugada y por primera vez lo vi, era una sombra densa, y muy oscura  de un hombre, se notaba que era corpulento, alto de brazos largos, con una mano sostenía el florero y me miraba con su cabeza un poco ladeada como estudiando cada uno de mis movimientos, sentí tanto pánico que mi cuerpo quedo helado en su sitio, no reaccionaba sentía que no podía ni respirar ni mucho menos mover ninguna parte de mi cuerpo, el corazón martillaba con tanta fuerza en mi pecho que llegue a pensar que me explotaría o moriría de un infarto. Ahí comprendí quien era Kafra y comencé a preocuparme pues la historia de la carta era real, el capullo naciendo era yo su nueva dueña o para mi desgracia su siguiente víctima.

Cada día lograba verlo más seguido, en las noches cuando sentía frio de la nada aparecía mi cobija cubriéndome o cuando dejaba la ventana abierta de mi cuarto al despertar estaba cerrada, cosas simples como esta empezaron a convertirse en una rutina ya lo lograba sentir como si fuera normal. De noche despertaba sudando pues el miedo regresaba y lo veía a él con ese extraño florero entre sus manos sonriéndome con ¿amor? Sí, eso veía en su mirada profunda y penetrante, se sentía como el amor más puro, ese ser me amaba y con solo verlo notaba que yo era su razón de existir. Era extraño pero de una manera morbosa eso me gustaba. Cinco meses después me encontraba dormida en mi sillón de la sala y sentí como tocaban mi cara, no pude moverme solo abrí mis ojos y ahí estaba Kafra con su gran mano tocándome con adoración no podía ver sus gesto pues solo veía una sombra oscura y su tacto frio recorriendo mi cara con tanta delicadeza que sentí ganas de llorar, pues no debía sentir esas cosas dentro de mí,  pero era inevitable ese ser se estaba volviendo mi adicción.

Trabajaba comosupervisora para una compañía de construcción, siempre fui una mujer concarácter decidido, era ingeniera por lo tanto tenía que tener una actitud demujer fuerte, aunque en realidad no lo era me consideraba en mi interior débil,no era una chica fea, tenía mis curvas en su lugar, alta de piel morena y unosojos entre verdes y cafés que siempre lograban llamar la atención, pero siempreestuve sola nunca me enamore, huía de los hombres y tenía muy pocos amigos,amaba leer y escuchar música clásica. Al parecer esos no son los gustos de loshombres de esta época, siempre me aburría con los chicos con los que salía,nunca llego alguien interesante, mi madre decía que mis expectativas eran tanaltas, que mi hombre ideal solo estaba en los libros, y en parte tenía razónpor eso me sentía extraña referente a Kafra, tanto que ya no podía alejarme delflorero, lo llevaba siempre en mi carro para tenerlo siempre a la mano. Mesentía plena, amada y valorada aunque de igual manera  sentía miedo de todo esto.






Holaaaaaaa!!!!!!!!!!!! hay alguien ahí? bueno si lo hay déjame un comentario, me interesa saber quienes son y de donde me leen. ;*





PDT tengo muy mala ortografía así que tenganme paciencia

THE EVIL FLOWER VASEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora