#31 - Entre risas y lágrimas.

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Narra Tomás:

La noche transcurrió con unas buenas películas de terror con palomitas, la gran idea fue de Sofía que ha estado muy animada desde que llegó, su felicidad me contagiaba y me hacia sonreír incluso cuando por dentro me sentía una mierda, era algo sumamente raro sentir punzadas en mi corazón y seguir sonriendo y riendo sin parar, era como esconder la parte mala con una sonrisa de el momento.

De verdad que no me cabía la idea de que Sofía regresara después de nuestra mudanza de último momento.

Seguía en contacto por mensaje y llamada con ella, nos contabamos el uno al otro nuestro dia y nuestras locuras, pero
los dias de llamadas o simples mensajes acabaron cuando la tormenta se apoderó de mi notablemente.

Creo que le llegó a asustar que no me haya mandado ningún mensaje por dos meses o más, la verdad no sé, pero su mirada en mis brazos se desviaba a segundos. Eso me daba a entender que se estaba percatando de mi estado y mi grave falta de fuerzas.

Pero como matías hizo
de ojos ciegos y no comentaron nada al respecto, solo siguieron animandome toda la noche.

Tal vez mi hermano le haya contado un poco la situación y se dedicaron sólo a animarme y a no preguntarme cosas que me entristezcan.

Lo entendía perfectamente.

Pero no lo soportaba.

La noche pasó entre risas y escenas de miedo que hacian los gritos de sofía mas audibles.

Nos dormimos super tarde, eran las 2:34 de la madrugada cuando mi hermano comentó que nos iríamos a dormir, sofía y yo aceptamos dispuestos a descansar lo necesario, yo me dormí en la habitación donde habitualmente descansaba, y sofia en la otra cama que estaba en esa misma habitación.

Duerman bien.- comentó un poco somnoliento mi hermano y solo asentimos con la cabeza la par.

Sofía: Te divertiste?

Tomás: La verdad sí, gracias por venir.

Sofía: Lo que sea para ver a mi mejor amigo feliz.

Tomás:  Anda duerme que no nos vamos a querer despertar en la mañana.

Y entre unas risillas calmadas al rededor de
la oscuridad reencorfontante caí poco  poco con mi cabeza más relajada.

No mentí cuando dije que me la he pasado bien, pero tampoco mentire diciendo que en verdad estoy bien.

A la mañana siguiente desperté un poco temprano de lo común, solia despertarme pasadas de las once de la mañana, pero para mi sorpresa las horas de sueño fueron más efectivas que otras veces, prendí mi celular cuando ya habia salido de la habitación para sentarme en el sillón de la sala, cuando lo prendí miré que tenía unos mensajes sin leer, los abrí y para mi sorpresa eran de Alberto, que solo con mirar la fecha me recordó que me lo había mandado un día después de que me habia dado un beso sin querer, golpee mi frente con la palma
de mi mano con una preocupación culpable.

Le mande un mensaje.

Hey, quiero hablar contigo, podría ir a tu casa?

A los minutos respondió.

Si ,claro.

En 30 minutos estoy haya.

Terminé la conversación apagando el móvil y guardandolo en en bolsillo de mi pantalón.

Los pasos de una persona me alarmaron.

Era Matías recién despierto.

Me miró con sus ojos entrecerrados para dar un corto bostezo.

Sin ti , no estaría con vida.(Robleis y Tu) | PRIMERA TEMPORADA | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora