Goonie

15 3 0
                                    

Ya ha acabado la presentación, es tarde y aún no hemos cenado, así que salimos escopetadas hacia nuestro pequeño apartamento, convencí a Delia para que subiese conmigo por las escaleras y nos metimos en nuestro nuevo hogar.

Mientras Delia ponía la mesa yo metí una pizza de jamón y queso en el horno y a los pocos minutos ya estábamos empezando a servirnos las porciones

-Bueno, cuéntame Delia- dije entre mordiscos -¿de qué narices conoces al imbécil que tenemos por vecino?- Esta se puso roja y se atragantó con un sorbo de agua, al parecer le había incomodado la pregunta

-Es, es mi hermanastro- contestó

-¿Me estás diciendo que tú- hice una pausa para señalarla con los ojos bien abiertos -y eso- hice otra pausa señalando a la puerta -sois familia?-

-Pues si, desde hace 6 años- aseguró -No es tan malo como parece, se preocupa mucho por mi y nunca deja que me pase nada malo, nos queremos como si fuésemos hermanos-

-Ah, vaya- era lo único que me salió en aquel momento

-¿Y tú? ¿Tienes hermanos?- Me pregunto antes de coger una porción de pizza

-No, yo... No tengo familia- dije entre dientes

-¿nada de nada?- preguntó triste

-Em... Mi madre era de España y no llegué a conocer a nadie por su parte y...-

-¿Era?- Me interrumpió, <Delia, estás haciendo demasiadas preguntas...> no quería un interrogatorio, no me apetecía ni esta noche ni en un tiempo, y como si Dios me hubiese escuchado, sonó mi teléfono <salvada> pensé, miro la pantalla y marcaba número oculto, así que decidí cogerlo; no sin antes disculparme con Delia, me levanté y fuí al salón

-¿Sí?- pregunté de mala gana

-Nena, ¿qué coño ha pasado?- Me pregunta una voz muy, muy familiar

-Nate, ¿no has visto mi mensaje?-

-Claro que lo he visto, pero ¿por qué? ¿No eres feliz a mi lado?- dijo triste y arrastrando las palabras, era obvio que ya estaba bebiendo... En el fondo era un buen tío, y me dolía hacerle daño, no se merecía eso...

-Nate escucha, es el momento de finalizar lo que tuviésemos-

-Pero...- hizo una pausa para toser -Yo no quiero un final contigo, no quiero que haya un final entre nosotros- arrastró las palabras, pobre... -Te quiero nena-

-Nate sé que nos quisimos, pero lo hicimos mal- dije calmada -ahora no hay vuelta atrás lo siento, y por favor, no me vuelvas a llamar- dije antes de colgar, guardé el móvil en el bolsillo trasero de mis vaqueros y me dí la vuelta para entrar en la cocina, pero en esta estaba apollada mi compañera

-¿Estás bien?- Me preguntó, por dios Delia, haces demasiadas preguntas...

-Si, era mi exnovio, no lleva bien lo de que hayamos cortado...- dije -vamos a seguir cenando- dije señalando a la cocina, esta asintió y volvimos a la cocina.

Ya acabamos de cenar y ahora estamos acomodadas en el sofá eligiendo qué peli ver

-Orgullo y prejuicio nunca viene mal- comentó Delia, pero esa pelila la tenía más que aborrecida, de pequeña me la debí de ver 100 veces tranquilamente

-Créeme cuando te digo que me sé los diálogos, mejor otra- dije antes de levantarme de un salto -Espera- dije mientras salí disparada a mi cuarto, busqué en la estantería que había acabado de ordenar hace apenas unas horas... Y ahí estaba, en la tercera balda, esperando a ser puesta, la cogí y salí disparada de vuelta al salón, Delia me miraba expectante

Contra El MundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora