9.

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El miedo, los nervios, hicieron que el cuerpo de Danielle temblara sin moverse de la silla en donde estaba. ¿Qué había dicho?¿Se lo llevarían? ¿Cómo se enteraron? Simple, ella había sido torpe, en años de defender a alguien, nunca había sentido tanto miedo, ni se había equivocado.

- ¿Cariño? ¿Estas bien?  -La voz de su amado sonaba tierna y tranquila.

- ¿Eh?- Claro que no estaba bien, nadie podría estarlo con tal amenaza.

- Estás pálida...

- E.Estoy bien... no tienes porque preocuparte.

Su preocupación por él era grande, se lo iban a quitar, justo ahora, que más le quedaba, era obedecer, si no lo hacía ocasionaría varios problemas, pero si lo hacía también tendría problemas. Desterró sus pensamientos y entrecerró los ojos mientras pensaba.

- Danielle...- lo tenía, si iba a tener problemas por ambas partes que mejor alargarlas.- ¿Me escuchas?

- Sí, lo hago- no era cierto, estaba pérdida en la video llamada con el doctor G.; y no había escuchado a su amado.

- Entonces que te parece.

- Em... no lo sé...

- Será divertido, un viaje entre ambos, nunca hemos salido juntos antes. Piénsalo.

Perfecto.

- Tienes razón, salgamos.

- Bien, podemos hacerlo la semana que viene. Tal vez podríamos invitar a tu amiga y...

Tenía que actuar rápido, si le decía a Rhyan que estaba en problemas, el intentaría solucionarlas, ¿podría entregarse? Claro que lo haría, todo porque la dejen ir a ella.

- Nos vamos ahora. No veo el motivo por el cual tengamos que esperar.

- Pero si ya va a dar media noche.

- Em... sí. Y es mucho mejor.

- ¿Segura que estas bien?

Con una sonrisa de oreja a oreja dijo que sí, no había nada de que preocuparse. Tomó sus cosas de la habitación, tan rápido como pudo; apurando a su novio, antes de salir llamó a Linda, diciéndole que no venga a buscarla.

- Cariño, no tenemos prisa- dijo el androide, lo miró lo más que pudo, no, no podía perderlo ahora ni nunca, no le permitiría triunfar una vez más a RobCorp.

- Claro que lo tenemos - dijo un tanto nerviosa. Saliendo de casa, y dirigiéndose a la estación de tren. Rhyan sin discutir, la siguió al coche, e hizo todo lo que le pedía, ¿acaso había perdido totalmente la cabeza? Sí, estaba locamente enamorada.

Mientras iban en tren, Rhyan sabía cuan nerviosa estaba, jamás había tenido la necesidad de escanearla, siempre le había mostrado sus sentimientos, él era una máquina, y no sabía exactamente como saber si le sucedía algo. Entonces lo hizo, escanearla, encendiendo tales sensores, ella lo observó sin poder decir algo, solo observando cómo el color de sus ojos cambiaban a unos azules brillantes.

Miedo.
Desesperación.
Sorpresa.
Escalofríos.
Un ritmo cardíaco acelerado.

- ¡Rhyan!!- gritó, y este sólo paró de hacer lo que hacía. Mirando hacia abajo, exactamente a sus zapatos, aprendiendo algo nuevo.

Tristeza. No, eso ya lo había sentido antes. ¿pero cuando?

- ¡Te estoy hablando! - exclamó, haciendo que varios en el transporte se voltearan a verlos.

- Me mientes...- dice triste.

-¿De qué hablas?

- Te dije si estabas bien... pero me mentiste- reprocha.

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