8.

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Peter Smith, aparcó su coche delante de su corporación RobCorp, un monstruo de corporación reconocida a nivel mundial, una de las que puso un orden específico cuando el mundo entero se undió ante las amenazas humanas, con una solución exacta, mejor el metal.

RobCorp, como tal era inmenso, rodeado con pequeños drones al rededor de él, varias personas y máquinas trabajando dentro. El dueño y reconocido empresario, Peter Smith, recorría sus instalaciones, verificando cada aporte que se daba a la sociedad, a su sociedad, cada empleado trabajando y creando.

- Doctor G. - saludó sin esperar ninguna respuesta.

- Es el androide RH-002.

Se recostó en el escritorio sosteniendo un pequeño aparato esférico, y dijo con sorna-
Arréglalo.

- Eso hago.

- Entonces me voy retirando.

- El Peter Pan de la tecnología, se va.

- Mis robots conquistaran este mundo, y yo a ellos. Simple.- dijo con una sonrisa, mientras traspasaba la puerta.

Mientras en RobCorp se encargaban del problema, la feliz pareja compartían una noche más juntos.

- Sabes que esto está mal, ¿cierto?- decía una muy preocupada pero enamorada Danielle, no había roto las reglas, no había necesidad de hacerlo, trabajar para los líderes era un gran privilegio, pero estar enamorada lo era aún más.

Rhyan, su atractivo androide le tomaba la mano, mientras acariciaba sus dedos le respondió- Si es poder estar junto a ti, haría todo lo malo de este mundo.

- No tienes que hacer eso.

-Pero yo quiero...- antes de articular una respuesta a su amado, el sonido de una teléfono sonó, ella se movió de inmediato para ver de quien se trataba, tal vez y era Linda, quien preguntaría por ella.

En cuanto apretó el pequeño botón de su teléfono, una pequeña pantalla, en forma de holograma salió de él.

- Cómo se encuentra señorita Plaza- era uno de los ejecutivos de RoboCorp, el doctor Grant, un tipo duro.

- Muy bien, doctor G. Le pregunto lo mismo- soltó una sonrisa.

- Dejémonos de formalidades por ahora, tengo entendido que hace unos meses pidió un Androide de hogar.

- Es cierto- la habían descubierto, iba a ser encerrada para siempre, e iban a reiniciar a Rhyan, o mucho peor destruirlo.

- Temo informarle- estaba preparada para las peores noticias- que su androide sufre un desperfecto.

Sin ningún tiempo de dudar, Danielle, respondió con astucia- Debe de estar equivocado doctor G., el Androide no ha cometido ningún error o provocado algún tipo de problema, para decir que tiene algún desperfecto.

Sin tratar de alargar la conversación, se despidió de la chica- Lo estaremos siguiendo a base de un monitoreo. Pero insisto en que sea una advertencia. Gracias por su colaboración.

Una advertencia, eso era, pero fingió no tomar le importancia a lo que decía- No agradezca, soy una simple ciudadana que ayuda a nuestro mundo.

- Bien, se que es una mujer ocupada, no la molesto más.- dijo eso, y desapareció.

-¿Todo bien? - la voz de Rhyan la sobresaltó.

- Claro, todo esta tranquilo, y tú... -tratando de evadir sus nervios, le sonreía- ¿Te sientes bien?

- Sólo quiero estar en estos momentos a tu lado. Ya sabes, divertirnos.

Un pequeño rubor de extendió en el rostro de su querida ama- No sabía que reclamarias necesidades.

- Estoy aprendiendo...- respondió con una inmensa y coqueta sonrisa. Lo cual le bastó a Danielle, para olvidarse de todo.

Un mes después, ambos enamorados seguían con su amor imposible haciéndolo posible, ante sus ojos. Mientras que en la corporación un doctor seguía enfadado,  los patrones del microchip ajustado en su cerebro, estaba reaccionando de una manera inesperada.

Estaba desconectándose.

No era la primera vez que sucedía en un Androide, pero siempre era solucionado a tiempo, aunque sólo uno no salio tan bien, y RH- 002 no iba a ser el segundo. Tenían que desconectarlo, pronto.

Cada hora, minuto y segundo se independizaba de su función, el creador había muerto, no podían manejarlo, era nuevo, era su segunda creación, el primero había desaparecido.

- Doctor....- dijo con tal elegancia, Peter Smith- le presento a mi nueva creación.

El doctor se había dado la vuelta, era una réplica exacta.

Otro Peter Smith.

- Es un...

- Saluda Junior - dijo, y este obedeció, no podía diferenciar al real o la maquina.

- Señor... no entiendo- dijo totalmente confundido.

- A veces no tengo tiempo de hacer cosas, y como ves, me he dividido.

Mentira. Pensó, el doctor sabía muy bien que es lo que estaba planeando, pero no dijo nada. Sólo fingió aún más sorpresa.

- Cada vez me sorprende más.

- Ese es mi labor...

Sin más que decir se retiró llevándose a su copia exacta con él, pero antes de salir y perderse de la vista del doctor, dijo :
- Oh, y quiero que RH- 001, desaparezca. Destrúyelo... También con el 002

- Señor.... eso es...- sin dejarle terminar, sonrió dejando mostrar una dentadura blanca, y malévola.

- Doctor nada es imposible. No haga que yo me encargue de eso.

Sin alguna palabra, el doctor asintió, y su jefe desapareció, tenía miedo, uno se había desconectado completamente, quien sabe que podría estar viviendo como humano, ya que era un humanoide excepcional, y ni que decir del segundo, pero...¿estaría dispuesta la abogada de entregarle a su sirviente?

Sí, era su deber. Tomó un suspiro.

- Llamando a Danielle Plaza...- esperando a que esta última respondiera, no era la primera advertencia, trabajaba en su nuevo invento.

- Doctor...-la voz de la joven abogada relucía cálidamente, había perdido todo, y perdería algo más.

- Señorita Plaza- su voz era fría, y firme- necesito que entregue al segundo sistema de circuitos, diseñado para los labores de casa.

- ¿Se refiere a Rhyan?

¿Rhyan?, exacto, le había tomado cariño, aunque no era la primera ni la ultima en hacerlo.

- El prototipo RH-002 sufre de un problema - antes de que dijera más, fue interrumpido.

-RH- 002, ¿es un prototipo? ¿Por qué me lo entregarían? Él, esta perfecto, no ha cometido errores alguno.

- Sus preguntas pueden ser respondidas, en las oficinas de RobCorp, pero es necesario que nos entregue a RH-002, no necesitamos un humanoide salido de control.

- Si digo que esta perfecto, es que esta perfecto- la voz de la joven era firme y dura, no parecía soltar fácilmente a su sirviente.

- Puedo ofrecerle un modelo similar...

- Me quedo con él, gracias doctor.

Era testaruda, pero no iba a perderlo todo por una mujer alterada. Entonces fue cuando lo pensó.

- Dígame, señorita Plaza- ella hizo un ademán, haciéndole entender que podía pregúntale- ¿Mantiene una relación sentimental con el robot?

Inmediatamente los nervios la invadieron, negó, negó tal acusación, pero él era más inteligente, frunciendo el entrecejo dijo.

- Prepárese para entregar al androide tiene hasta el alba, se lo advierto no se mueva de donde está.

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