El pueblo no se encontraba muy lejos.
Por el camino, vi a una carretilla wue iba tirada por un caballo. Había un hombre manejándola.
Al ver mi lamentable aspecto, quiso ofrecerme su ayuda.
-Muchas gracias...
-No es nada, chico - respondió el aldeano. Era un hombre rellenito. Tenia una barba espesa de color castaño y estaba un poco calvo. - ¿De dónde vienes?
Quedé pensativo un instante. No le estaba haciendo nada de caso al pobre hombre.
Tosió.
-Perdone, - dije un poco asustado. - ¿Decía usted?
-No es nada, olvídalo...
No me gusta pasar de la gente, y menos aún si no la conozco.
A mí me hacían mucho eso... No podía hablar, ni reír, ni nada. Mis compañeros me odiaban.
¿Por qué?
Mamá siempre decía que era envidia, pero no se yo... Es decir, ¿qué tengo yo de especial que ellos no tengan?
Lo he estado pensando muchas veces. Y aún no lo entiendo...
Sólo Ai me entiende. Sólo ella sabe cómo me siento. Somos iguales.
A veces, quiero morir.
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-Hemos llegado. ¡Bienvenido a Itara!
Era una gran ciudadela llena de música y color.Sus gentes parecían felices y todo el mundo reía.
Es una pena que en la sociedad en la qur vivo no se vea eso. Ya que si eres feliz... te odian.
El gran portón del lugar estaba adornado con una gran variedad de vistosas y preciosas flores. Un espectáculo para los ojos.
Según el señor que me llevó a la ciudad, cada flor corresponde a cada ciudadano del lugar, vivo o muerto.
-Debe de haber mucha gente - respondí asombrado.
-¡Así es! ¡Y llegas en el mejor momento! ¡Hoy se celebra el año nuevo de la creación de nuestra nación! Llevamos 3477 años viviendo aquí. ¡Mañana 3478!
Mi mundo lleva más tiempo viviendo.
-¡Ala! - algo tenía que decirle. No iba a decirle: " Ja ja, ¡mi mundo tiene millones se años más!". Porque delataría la existencia de mi mundo y me burlaría de su mundo...
Me llevó a una posada que resultó ser su casa. Tenía dos hijos pequeños y una hija mayor. Su esposa trabajaba de cocinera en la posada.
Me dejo una habitación. Allí comí y dormí toda la tarde y toda la noche.
-Qué amables son...
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Al día siguiente se escuchaba a la gente gritando y abucheando.
Bajé corriendo a ver que ocurría y me encontré al posadero y asu familia haciendo el equipaje.
-Nos vamos chico - dijo el padre. - Si quieres te dejamos en el pueblo más cercano, pero aquí no se queda nadie.
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My World
Random¿Nunca te has desconectado de el mundo real e ido a tu imaginación? ¿Nunca has querido vivir en un mundo mejor? Tsuki encuentra la forma. Un niño adicto a los videojuegos que tras un accidente universal, fusiona cinco mundos en uno. Tsuki tendrá que...