capítulo trece: penúltimo capítulo

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las equimosis no abandaron el cuerpo de yoongi, incluso se habían multiplicado notablemente.

sus piernas, sus brazos y su espalda estaban repletos de ellos, algunos en tonos verdosos no esperanzados, otros en lilas ásperos. aunque ahora su piel no era completamente pálida, su pecho y su cuello tenían varias hematomas y mordidas lluviosas.

sus alucinaciones habían aumentado, yoongi creía que era debido a que hoseok había dejado de darle a ingerir los caramelos de la bolsa azulina, ahora sólo le daba los de la bolsa blanquecina. sin embargo no quería preguntarle nada a hoseok sobre el tema, tenía miedo que tenga un ataque de ira.

yoongi no quería que hoseok se moleste.
yoongi tampoco quería ser golpeado.

ninguno de los menores había regresado a su casa, excepto para buscar dinero, ropa, comida o simplemente a recibir el calor y la higiene que éstas tenían. sus padres siempre los buscaban, sin embargo ambos les ignoraban.

yoongi quitó algunas lágrimas de sus ojos mientras palmeaba la cobija que se encontraba bajo suyo, entonces se dió cuenta que el castaño no estaba a su lado. 

abrió lentamente sus ojos y comenzó a buscar al menor con la vista. todo era muy celeste.

este se encontraba dándole la espalda, tenía la navaja en una de sus manos mientras dibujaba algunas cosas en aquella pared. a yoongi le gustaba que el menor haga eso, se sentía como en casa, como si aquel pequeño lugar sobre la rama de un arbol fuera su hogar.
hoseok ya estaba vestido.

el pelinegro se retiró la sábana que cubría su cuerpo, como pudo se sentó sin hacer ruido sobre la cobija del piso, y a lentos pasos comenzó a vestirse.

cuando acabo, se levantó del suelo como pudo. mordía sus labios para que un quejido no se saliese de su boca.
solía dolerle mucho la cabeza, y últimamente los dolores en su cuerpo aumentaron.

yoongi observó a hoseok, este no le dedicó una mirada. seguía concentrado en el dibujo.

—mi rosa es todo tuyo —leyó el pelinegro cuando hoseok le mostró lo que escribió.

el castaño le devolvió la sonrisa, y luego ambos se dieron un abrazo.

era tan dulce, pero era tan tóxico.

APOTROPAICO ━ YOONSEOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora