Capítulo 1

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El simple aleteo de una mariposa puede causar un tifón en cualquier parte del mundo.
"Teoría del Caos"

Si lo se me lo aprendí en la clase de filosofía no piensen que soy filósofa o algo parecido, soy una simple estudiante de preparatoria de cuarto año en el instituto Green Ford, es uno de los mejores de california. tiene un gran programa de estudio las clases de música son muy buenas.

Payton... PAYTON... -Esos gritos me hacen salir de mis pensamientos.

Oye mujer estas tan distraída que no te has dado cuenta de que solo faltan unos 10 minutos para la clase de música. -Me dice Layla en frente de mi enarcando una ceja.

-Oh!! Rayos... -Digo yo después de mirar el reloj en la pared.

Salimos casi corriendo por los pasillos cuando de pronto tropiezo con algo y es nada más y nada menos que el supervisor que nos mira a ambas con una mirada fulminante.

¿Quiero que ambas me digan porque van a toda carrera por los pasillos "Señoritas"? -Nos dice y ambas nos miramos, y Layla estaba lista para dar una respuesta a nuestras espaldas escuchamos un estruendo salvándonos, el supervisor maldice antes de dejarnos y se aleja.

Layla y yo aprovechamos y seguimos nuestro en dirección al salón de música. 

Al entrar todos ya estaban allí dando clase, el profesor no se dio cuenta cuando llegamos y aprovechamos para escabullirnos hasta nuestras sillas.

A la salida caminamos juntas a casa por cierto se me había olvidado contarles que Layla y yo nos hicimos amigas de una manera muy peculiar....

*FLASH BACK*

Estaba en la sala con mi mamá luego de haber desempacado las cajas de la mudanza, mi papá aun no llegaba de su nuevo trabajo en esta ciudad, lo promovieron y nos tuvimos que mudar y odie tanto cuando me dieron esa supuesta "Buena Noticia" no quería dejar a mis amigos, mi novio, (él es una historia que más adelante les diré) y mi colegio, que tome la decisión de no asistir más porque no era necesario si en unas semanas dejaría todo.

Subí a la que iba a ser mi nueva habitación de hecho es super más grande que la anterior en Alaska, si vivía en Alaska ese increíble frío que hacía siempre era algo que ya estaba en mí. En cambio, acá siempre iba a ser distinto con el cambio de estación, extrañaría tanto
deslizarme por las montañas de nieve después de salir del colegio o ir por una taza chocolate caliente en Le Caffeter.

Mi habitación es hermosa con una gran ventana al costado de la cama, las paredes pintadas de un color lavanda, la vista es genial después de las 5:30 p.m. siempre puedo apreciar atraves de la ventana cuando se oculta el sol y sus tonalidades entre naranja, morado y amarillo, hay que darle méritos a mi madre pensó en todo, baño privado y un gran tocador.

La casa estaba ubicada en una de las barrida más hermosas de la ciudad.

-Por Dios Payton concéntrate!!

Estaba apoyada en la ventana de mi habitación y en mis manos tenía el collar de la amistad que me había obsequiado Chelsea antes de irme cuando en un descuido sale disparado de mis manos y cae en el patio de los vecinos.

-Diablos -Digo después de salir a toda marcha hacia las escaleras.

Llego abajo y mi mama estaba en la cocina preparando la cena realmente amo ese olor a lasaña pero en estos momentos no era hora de quedarme parada allí deleitándome con ese delicioso aroma que me hace agua la boca, salgo de puntitas por la puerta principal y me escondo en el árbol que hay en la parte delantera de la casa al ver desde lejos mi collar camino hacia el patio de los vecinos cuando voy a recogerlo veo una lucecita roja en el suelo y observo que es algo parecido a los aparatos que riegan el jardín.

-Mierda!! -espeto y antes de correr tropiezo y solo logro escuchar unos ladridos de perros mi corazón se acelera y miro de donde provienen los ladridos que se aproximan, intento ponerme de pie, pero siento un ligero dolor en mi tobillo, volteo al escuchar el sonido de la puerta abrirse y sale una chica con cabello castaño.

- Dice algo a los perros en un idioma que no entiendo digo yo que era alemán y luego los dos monstros retroceden después ella voltea a verme con sus ojos verdes y me extiende la mano y yo apenada le doy la mía y de pronto el aparato del jardín comienza a parpadear.

Y las dos al unísono decimos corre, pero al intentar yo correr caigo al suelo y ella también nos reímos las dos al ver cómo nos mojábamos por la lluvia ficticia y de la gran caída.

Me extiende la mano y me dice - Mucho gusto soy Layla McCarthy - Me dedica una sonrisa - Le estrecho la mano y le devuelvo la misma sonrisa - El gusto es mío Layla Me Llamo Payton Lee.

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Saludos chicos gracias por leer mi historia estoy tan agradecida.

Recuerden esto es para ustedes y por ustedes💖😘

Payton LeeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora