Prólogo.

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¡Hola!

Gracias por tomarte la molestia de leerlo, no soy muy buena en esto... por ello me gustaría escuchar criticas para mejorar...
La historia la hago con el fin de entretener. Lo personajes en su mayoría no me pertenecen. Corresponden a sus respectivos autores. Modifiqué sus relaciones dentro de la serie, principalmente en aspectos familiares.

Dejé los nombres escritos de forma en la que yo estoy acostumbrada, espero y esto no sea una molestia.

Soy multishipper y espero comprendan esto, no busco ofender a nadie con las parejas que elegí.

 Tengo pensado variar y darle sus momentos a algunas shipps. 

Algunas reglas del Omegaverse las adapté, para que avanzará la historia. Sin más que decir... Espero sea de su agrado.

Si tienen alguna duda les sugiero consultar la siguiente liga:

https://letrasdelfanworld.webnode.es/guia-omegaverse/

  La mayoría de las adaptaciones las daré a conocer cuando avance la historia.  

02/07/2018

Sé que esta historia la he dejado mucho tiempo, por cuestiones de salud y académicas principalmente. 

Estoy haciendo una adaptación y reescritura de la mayoría de los capítulos antes de seguir. Espero les sea de su agrado. 

Sin más que decir.

¡Disfrútenlo! (o linchenme... )

...


(Yuuri)

Hasta hace poco todo era normal, servía el té, el agua caliente, todo lo que mi amo necesitará. 

Todo estaba listo.

—~ ¡Yuuri! ~ ¡Es hora de despertar a Viktor!

Suspiré. Me dirigía al del ya nombrado, uno de los dueños de la prestigiosa casa. Era hora de comenzar un nuevo día.

Otro más en la casa Nikiforov.

Llegué a donde aquella voz osaba llamarme. No se lo decía muy seguido, pero me gustaba trabajar con él.

—Pichit, ya te había dicho que lo llamarás "Maestro", podrías meternos en problemas.

Era otro día completamente normal. Mi turno de entrar a aquel cuarto, con ese penetrante olor a lavanda y menta. 

Caminaba recto; me aseguraba que mi traje no tuviese ni una sola arruga, que mis gafas estuviesen limpias y cuando por fin me sentía listo. 

Toqué la puerta. 

Después de un par de intentos  y sabiendo que no habría respuesta alguna. Tomé aire y entré donde dormitaba  aquel albino de ojos azules, aquel hombre que, a pesar de su naturaleza, a pesar de ser un alfa... 

Él siempre respeto a los de mi clase.

—Maestro, es hora de despertar.

Levanté la sábana. Me encontré con una piel blanca y tersa, otra vez ese aroma a fresas silvestres y aquella piel morena con olor a almendras. Eran dos hermosas jovencitas.

¡Vaya! Según recuerdo habían sido tres chicas... ¿Dónde estaban los otros dos?

—Disculpen la descortesía señoritas, ¿serían tan amables de decirme dónde se encuentra mi maestro?

Sentí un peso sobre mis hombros.

Era más que obvio...

—~Yuuuuri~

Promesa de vida, rota en una noche.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora