¿Admiración?

142 20 4
                                    

(Viktor)

Estaba cansado de esta rutina. Yuuri me despertaba, tomaba un baño, me vestía, desayunaba, iba a una aburrida junta, luego a otra, a otra... Hablaba con mi padre... Le sonreía a gente, fingiendo que estaban menos podridos que yo... Llegaba a casa, comía, revisaba los documentos, algunos días llegaban las personas con las que pasaría la noche... Fingía divertirme y me volvía a dormir...

Todo siempre era igual, pero encontré una forma de entretenerme por lo menos a ratos. Adoraba ver Yuuri enojarse. Era el único que lo hacía enojar y era el único con el que Yuuri era atento y frío a la vez.

El era conocido por tratar a las personas con amabilidad y ser una persona muy respetuosa. 

Conmigo el no era así. Bueno, la primera parte si.

Cada día que me despertaba, siempre me gustaba iniciar el día haciendo recelar a Yuuri, haciendo preocupar a Yuuri y siendo el centro de su atención. Conforme crecí, el fue la única persona que se preocupaba por como me sentía, ni mi padre, ni Mila, ni nadie más notaba mi estado de animo como Yuuri lo hacía.

Poco a poco me empecé a fijar más y más en él. Hasta que me di cuenta que no solo yo me interesé... Mi alfa empezaba a notarlo con él tiempo.

Veía chicas todas las noche, pero siempre me imaginaba como sería estar con Yuuri, el era diferente conmigo, me trataba diferente... ¿Quizá era especial para él o solo lo era para mi?

Cuando mi padre anunció mi boda, tenía esperanzas en que hiciese algún comentario. Que me dijera que esta mal o que estaba feliz por mi... Algo... Pero solo me dijo "Déjalo en mis manos" Ese era el Yuuri que todos conocían... Pero, no el que yo conocía.

Esperaba que alguien preguntará como me sentía yo con ello. Nadie lo hizo. Entonces decidí que solo sonreiría ante la idea ¿Era solo para aparentar no?... Solo tenía que firmar un papel.

Estaba tranquilo por fuera, por dentro... No era así. En mi había una... ¿Laguna? 

Diría que un océano de emociones que se desbordo cuando mi padre me dijo que esto significaba cambios grandes en mi vida. De verdad, todo se volvió un caos. Sabía que mi padre detestaba la idea de que un omega me acompañará, pero era una de las últimas peticiones de mi madre... Por ello respeto su decisión. Me lo advirtió conforme crecí.

"Algún día tendrás que dejarlo ir"

Yo no quería dejarlo ir.

Tenía que cumplir con ambos, mi padre quería que me hiciera cargo de la empresa y mi madre quería que estuviera con Yuuri como mi compañía... Quería complacerlos a ambos... Pero esta maldita sociedad no me lo permitía. Yuuri era como mi madre; fuerte, amable, maravilloso. Yo realmente lo admiraba.

Mayordomo, secretario, profesor, amigo y, con todo lo que implicaba... Omega, a veces me preguntaba como llegaba a hacer tantas tareas. Sin tomar en cuenta que cuidaba de mi, cumplía mis caprichos y cuidaba del jardín de mi madre como si de un tesoro se tratase.

Traté de convencerlo de contratar a alguien más que hiciera algunos de sus trabajos, pero se negó. 

Siempre fue muy terco.

Era respetado por las demás familias por su responsabilidad, respeto y destreza al realizar sus tareas. Yuuri era el pilar de la familia Nikiforov.

Me gustaba observarlo de vez en cuando. A pesar de ser una persona simple y que parece bastante normal, alguien que pasaría desapercibido, sin una personalidad extravagante... 

Mis ojos solo podían verlo a él, buscaba cada rastro de él. 

Lo admiraba como nadie.

Adoraba ver sus  caras, sus gestos, sus manías, cuando se desesperaba. Por que fuera de ese caparazón, había un chico de mentalidad débil, bastante tierno y agradable, una persona muy compleja para mi y una persona que me había dado más de lo que podía pedir. Yo no tenía derecho a reclamarle nada.

Promesa de vida, rota en una noche.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora