Prólogo

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Sus mejillas rosadas estaban húmedas, no quería que se fuera, sabía que si lo soltaba él se iría y no lo volvería a ver, no en esta vida.

Su cuerpo temblaba en cada sollozo que salía por su boca, sentía que estaba débil, sabía que en cualquier momento él dejaría de respirar por esa enfermedad que poseía. No le importo en absoluto cuando lo conoció, prefirió amarlo y tenerlo por un lapso de tiempo, que nunca amarlo.

Había hecho todo por sanarlo, vaya que lo había hecho. Era una genio en jutsu médico, podía competir con la mejor que según había escuchado era de Konoha, del hogar de su amado pero, su enfermedad ya estaba muy avanzada. Si solo lo hubiera conocido antes, no, si solo ella fuera un poco mayor o tener la edad de él. Porque sabía, que aunque lo hubiera conocido antes ella seguiría siendo una niña y en esos momentos no contaba con los conocimientos necesarios.

—No quiero que te vayas, no te vayas. Por favor Itachi-kun, no me dejes, no nos dejes -- sus palabras dolían en el corazón del ninja renegado, le dolía verla así y por eso la había alejado al principio.

Tenía muy claro su destino, sabía que ese día llegaría y por eso la alejaba de él. No quería que ella sufriera exactamente lo que estaba sufriendo, pero fue egoísta, siempre volvía para verla de lejos.

No podía solo irse, tenía que protegerla y cada día se fue enamorando de ella. Su bello café claro, muy liso y sedoso, sus ojos aperlados, muy distintivos del Clan de su padre. Pero ella no corría peligro por pertenecer a uno de los clanes muy conocidos en Konoha.

No, ella corría peligro por los akatsuki o cualquier otro ambicioso por el poder del Clan de su madre, ella era la única del Clan Sairen con vida. Uno muy poderoso por su kekkei genkai, que jamás se ha comparado en todo el mundo ninja y por razón fue masacrado, por miedo a su gran poder.

—Hatsumi, este día tenía que llegar, lo sabes. Por favor no hagas esto más difícil, no te hace bien en tu estado -- beso su cabeza, aspiro el olor de su cabello y la apartó un poco de su cuerpo.

—¿Por que tienes que ir? Dile la verdad a tu hermano, no quiero perderte ahora. Te necesitamos -- le rompió el ver sus ojos rojos, pero esto tenía que pasar.

Sasuke, su pequeño hermano lo esperaba para por fin tomar venganza y él pagar por todas las vidas que quitó.

—Te amo Hatsumi, quiero que vivas tu vida, que seas feliz y cuides de nuestro hijo. Busca a mi hermano, él estará solo y los necesitará -- pidió sabiendo que en esos momentos no podría decirle nada a Sasuke de la familia que dejaba, una que jamás pensó formar pero ahí estaba, un pequeño bebé formándose en el vientre de la mujer que más Amo luego de su madre.

—Si le hablas a tu hermano con la verdad él entera, lo sé, porque es tu hermano y debe ser bueno como tú -- insistió viéndolo con súplica.

—No puedo, todo este tiempo he alimentado su odio por mi, además pronto moriré -- respondió refiriéndose a su estado de salud.

—Si pero podrías conocer a nuestro bebé, yo podría mantener tu enfermedad sin que avance demasiado rápido -- Itachi negó, ella embarazada no podía hacer jutsu médico y no pondría la vida de su hijo y de ella en peligro por la suya.

—No podría vivir si algo les pasará, ahora Hatsumi recuerda que me hiciste el hombre más feliz y que te amo -- se agacho hasta el vientre inflamado de cinco meses y poso sus labios en él, su hijo crecía muy sano. Activó su Sharingan para poder guardar en sus recuerdos la imagen de su hijo — Cuida a mamá, te amo hijo -- lágrimas bajaron por la mejillas de la chica, el Uchiha las limpio con mucho amor para luego apoderarse de sus labios.

La beso con necesidad, con amor, con anhelo. Deseaba retroceder el tiempo y estar en el momento que crearon a su hijo, poder besarla y hacerla suya como lo hizo tantas veces. Dejo el beso y con sus dedos golpeó su frente, le sonrió y poco a poco fue desapareciendo.

Ella lo había hecho muy feliz y deseaba que su hermano conociera esa felicidad, esa que ella le dio. Esperaba que luego de su muerte su hermano estuviera en paz y así pudiera cuidar de ellos, su familia.

—Te amo Itachi Uchiha -- le dijo con tristeza.

—Te amo Hatsumi Sairen -- fue lo último que le dijo antes de desaparecer por completo.

Ella acaricio su vientre, mientras miraba donde él estaba. Él quería que buscará a su hermano, el que tanto amaba pero ella no estaba segura de eso, no en ese momento.





Si hay algún error lo siento mucho.

Cuidalos por mi (Sasuke Uchiha, Kakashi Hatake)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora