IX

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Era la primera clase de Jeon, la piscina estaba vacía y Jimin planeaba tomarse muy en serio su trabajo.

- Jeon aquí están tus favoritas - le lanzó a Jungkook un par de alitas para piscina con grabados de conejo, especiales para niños cuando van a empezar a nadar.

- Me estás jodiendo ¿verdad? -  El mayor miró con recelo las tiernas alitas que adoraba usar de pequeño cuando Jimin le enseño a perderle miedo al agua.

- No tienes derecho a objetar, si es que eran tus favoritas. -  Jimin sonrió con alevosia.

- Está bien, solo no puedo creer que aún las tengas - susurro el mayor resignado. - y no es necesario que me llames Jeon. Estamos en un acuerdo de paz.

- Ambos chicos entraron a la piscina para niños luego de un rato. Jungkook odiaba el hecho de tener que empezar desde abajo, pero luego de unas reprimendas y un par de lloriqueos por parte del menor, se decidió por entrar.

- No tienes idea de cuánto te odio. - susurró sintiéndose ridículo con sus alitas puestas. No obstante, aún cuando estaba parado y podía tocar el suelo. Sus piernas tembablan y una parte de su subconsciente quería alejarse todo lo posible.

- Tranquilo , estoy aquí. -  El menor  susurró en su oído al darse cuenta e imaginarse el conflicto mental por el que estaba cursando el ajeno.

Una vez más tranquilo  y tras pasada  media hora, Jungkook ya podía nadar en perrito y hacer delfines. Jimin sentía que el solo hecho de que Jungkook ya estuviese ahí era un progreso. No quería agobiarlo desde el primer día, se sentía responsable de lo que Jungkook podía sentir o hacer.

- Es todo por hoy. Nos vemos mañana.  - Jimin salió de la piscina y se quitó el gorro de silicona dejando que su cabello rubio cayera por su frente.

- No me jodas, Jimin. A penas hemos empezado. Esta vez puedo hacerlo. Puedo nadar, vamos a la semi olímpica.

- Jimin mostró su negativa al principio, sabía que todo podría salir mal. Jungkook no estaba en condiciones de llegar mas lejos, pero tras un par de ruegos y acusaciones, el rubio accedió siempre y cuando fuera en la semi olímpica.

Jimin podía notar el pánico de Jeon al entrar al agua. - Podemos salir cuando quieras. Lo intentaremos otro día con más calma. - Jeon se rehuso y Jimin se decidió por darle leves masajes en los hombros.

Tras hacer algunos ejercicios para niños en aquella piscina ligeramente más onda y quitarse los flotadores. Jungkook se decidió por nadar en estilo libre, por lo menos los 50 metros de ida y vuelta.

Jimin no estaba seguro de que saliese bien, luego ver por tanto tiempo lo que solía pasarle al pelinegro.

- El cuerpo tiene memoria, Jungkook. Has tenido más episodios de pánico cuando nadas de las veces que has nadado. - Jungkook, sabía eso perfectamente, pero en su momento había sido un gran nadador. Se negaba a creer que su cuerpo no recordará eso también.

El mayor empezo bien la salida y los primeros 25 metros, pasó banderas y por unos instantes Jimin creyó que Jungkook podría lograrlo. Se veía hermoso nadando, su nado era libre, se veía justo como aquel pelinegro del pasado y eso a Jimin le fascinaba.  Luego del viraje en los 25 metros, los recuerdos regresaron a su mente, su respiración se aceleró una vez más y su garganta le quemo. Jungkook se acercó a la orilla temiendo el ataque de pánico. Salió de allí hecho ira y apretando sus puños hasta lastimarse.

- Alejate, eres un puto traidor. - El mayor grito en medio de un ataque de ansiedad justo cuando Jimin se le acercó. Los hechos lo destruían y solo ver al rubio le producía resentimiento.

- Vete, necesito estar solo. - Finalmente, Jimin recibió una mirada cargada de odio. El rubio odiaba aquella situación, odiaba la vida que llevaba, le dolía haber quebrado al pelinegro y lo que más odiaba era así mismo. Porque no se podía amar, porque la culpabilidad era mayor. Por no decir "no" y justo en aquel momento, se dió cuenta que odiaba la natación. Que la natación había destruído su vida, que había destruído a su familia y a sus seres queridos. Salió de allí mientras las lágrimas recorrían sus pomulos.

Porque la natación lejos de salvarlo lo estaba ahogando vivo.  Y era demasiado tarde, porque estaba solo y no podía ser salvado. Nadie podría hacerlo, porque no existía persona que se interesará por él.

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⏰ Última actualización: Jan 18, 2020 ⏰

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