Canciones para JungKook

III

Let me know

Kim TaeHyung jamás en su vida llegó al grado de golpear a alguien, como hombre pacifista buscaba el dialogo antes que los puños, en caso de que el dialogo efectivo no estuviera a su alcance, entonces evitaba la confrontación. No por miedo, sino porque la violencia no resolvía nada, ni hacía de él una mejor persona. De modo que cuando su mano cortó el aire frío de la noche rumbo al bonito rostro de su novio, no solo Jimin brincó en su sitio. Sino que él también. Jin inmediatamente cubrió la zona herida que dejó la bofetada en su mejilla derecha. Las lágrimas bañando su rostro.

Si iba a reclamar, a decir algo en su defensa, murió su alegato sin haber llegado a pronunciarse. Mas él sabía que era culpa suya, así que no hizo nada por devolver la bofetada o por gritarle a Tae.

TaeHyung se tambaleó hacia atrás, abrumado por su reciente actuar. Acababa de golpear a su novio, a la persona que juraba querer por sobre todas las cosas. Le había girado la cara de una bofetada sin si quiera pensarlo. E iba a vomitar.

—TaeTae — empezó Jimin, mirando el rostro descompuesto de su amigo, luego se giró a ver al otro vocalista —... Jin-hyung...

—¿No vas a decirme nada? — gritó Tae, controlando sus arcadas.

—Perdóname TaeHyung — la voz quebrada de Jin fue un golpe directo para Tae, su nombre completo dicho con tanto arrepentimiento que Tae prefirió que Jin se quedara callado. Que incluso negara la situación, el beso de él y JungKook. Y como parecía tan herido al verlo marchar. Simplemente la situación lo estaba sobrepasando —. Esto está mal, y lamento no haberme dado cuenta antes, ¡si lo hubiera sabido! — Jin aspiró una bocanada de aire, buscando controlar sus hipidos —. Perdóname — repitió —... esto no va a volver a repetirse.

—No sé si pueda volver a confiar en ti.

—Lo sé... por eso, Tae, lo mejor será que terminemos.

El color abandonó el rostro de TaeHyung, ¿Jin lo estaba dejando? ¿Estaban terminando en el medio de la calle fuera de un antro, junto a un callejón que apestaba a orines de gato? Tae extendió una temblorosa mano hacia él, sin embargo Jin retrocedió asustado de él.

Las lágrimas no acudieron a él, ni las palabras de súplica, únicamente la desesperación. Y todo aquello que pudo haber dicho se desplomó dentro de él — Quédate — como una casa hecha de cartas. Aplastándolo en el proceso.

Entonces finalmente todo el contenido de su estómago fue a dar al piso.

«En la cima de esta melodía que ha terminado, estoy de pie aquí solo, ahora dime [...] que todo se ha terminado, házmelo saber; aunque yo ya sé que todo ha terminado. Mis sentimientos persistentes están tratando de resistir el final».

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Soñé

La tarde del lunes llegó más rápido de que cualquiera hubiera podido esperar, JungKook sostenía su celular apagado en una mano, mientras que en la otra un analgésico porque le seguía doliendo la cabeza desde el sábado. Dudaba que fuera por la borrachera que se puso una vez comprendió lo que hizo con Jin. Poca tolerancia, una botella y los brazos de una chica que terminó en su departamento, entre sus sábanas y como vino al mundo.

La cruda moral era por mucho peor.

No solo terminó perdiendo su virginidad entre las piernas de una completa desconocida, eso era lo mínimo, sino que estaba seguro de que la barrera que estuvo creando los primeros días posteriores a los que conoció a Jin, fue derribada como el Muro de Berlín. Su suerte era negra, de modo que no le sorprendería que TaeHyung ya supiera sobre su incidental beso con su novio.