IX

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Spring day

La luz se difundía en todas direcciones, coloreando el cielo de tonos rojizos y anaranjados: un crepúsculo civil —JungKook no supo ese detalle hasta que SeokJin se lo mencionó, así como la afición de Jin por tomar fotografías, que era por lo cual sabía ese detalle importante en la variación de la luz a lo largo del día —, en el parque que había pasado a adquirir un significado especial para JungKook.

Un coro de niños corría de un lado a otro, una agradable hilera de siete niños de diferentes edades que brincaban por todas partes mientras los adultos continuaban con su recorrido rutinario. Como pequeños puntos coloridos discordantes entre el gris, negro y café predominantes en las prendas de los mayores.

Cantaban un estribillo al tiempo que parecían danzar en un círculo simétrico: gira, gira y las puertas se abren. Gira y gira no tienes escape. Gira y gira, la música del carrusel... Resultaba adorable si se obviaba la letra, las voces blancas de los infantes eran limpias y afinadas. Sin embargo era precisamente la letra la que llamó su atención. Eran los mismos niños que había visto hacer fila para montar en los caballos de plástico el mismo día que vio a otro Jin ahí mismo perderse en la espuma del mar, en una playa a kilómetros de distancia y cuyo significado seguía siendo desconocido para él. Aunque en esta ocasión fueran siete en lugar de cinco.

Oprimió su pecho con ambas manos al contemplar a los niños reunirse frente al jodido carrusel. Jamás la estructura dorada de aquel juego infantil le causó tantos escalofríos, jamás lo miró de otra forma que no fuera como un objeto algo viejo cuyo propósito era ya anticuado dado que los niños preferían los videojuegos, jamás quiso retroceder sobre sus pasos y tirar de Jin, quien comía una crepa, llevárselo de ahí porque ese sitio era un hoyo.

Rodearon al infante más grande, delgado y con un bonito rostro marcado por el miedo, la clase de rostro que componen los niños pequeños al creer que monstruos viven acechándolos en sus armarios o bajo sus camas. La clase de miedo que los adultos no comprenden puesto que lo han olvidado. Ese sentimiento de inferioridad e impotencia porque son pequeños y débiles y solo se tienen entre ellos.

Riendo entrelazaron sus manitas, de modo que el círculo finalmente fue visible frente a todos. El niño más pequeño del grupo no debía de pasar los seis años, sostenía con fuerza las manos de los dos niños que se encontraban en cada lado suyo, y miraba al chico que quedó en el centro con un amor que era evidente para cualquiera. JungKook pensó que quizá el mayor era su hermano.

Entonces reanudaron su canción tétrica, añadiéndole el giro usual de los juegos infantiles que utilizaban canciones. En medio de la plazoleta ellos siete resaltaban del mismo modo que la luna llena en el firmamento nocturno. El niño del centro se agachó, lo suficiente para dar la impresión de que se encontraba sentado, con la cabeza apoyada en las rodillas y las manos cubriendo sus orejas. Parecía que estaba a punto de llorar cuando los niños gritaron el punto importante de la canción, soltaron sus manos y se echaron a correr en diferentes direcciones. Solo un niño se quedó junto al más grande.

Jin sujetó la mano de JungKook y dio un paso hacia los niños, solo en ese instante JungKook se dio cuenta de que estaban parados en la plazoleta del centro, con madres cuidando de sus crías desde sus bancas blancas, con el grupo de niños que no era el único revoloteando por ahí. El crepúsculo civil había quedado atrás, suplantado por el crepúsculo náutico. De tal manera que las lámparas que se apostaban a cada cinco metros en línea recta, rodeando la plazoleta para brindarles luz, se hallaban ya encendidas. Era tarde, evidentemente, pero era una agradable noche para irse a meter a las casas cuando no tardarían en empezar las nevadas.

Increíble, fue la palabra que cruzó la mente de JungKook al percatarse de todos esos detalles, había estado tan ensimismado en la canción, los niños y el carrusel que se olvidó por completo de donde se encontraba, de la hora que era. De la presencia de Jin a su lado.

Canciones para JungKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora