Su embarazo había sido caótico, Louis miente si dice que durmió sus 8 horas diarias. Había días donde Harry solo quería comer, otros donde solo quería sexo y estaban los peores, donde lo corría porque no aguantaba ver su cara.
Una enfermera empujaba la silla de ruedas donde llevaban a Harry, Louis iba a su lado diciéndole que respirara. El rizado apretaba los reposabrazos de la silla.
—¡Que me saquen a este demonio ya, por favor! ¡¿En qué pensaba al quedar así?! ¡La anciana de los cursos dijo que no dolía tanto!
La enfermera estaba acostumbrada a esto, Louis quería cagarse del miedo.
Cuando llegaron a su cuarto, el rizado le dijo a Louis que quería sentarse en la enorme pelota. El ojiazul había encontrado doble sentido a eso y Harry lo miro con odio puro, lo tomo de los cabellos y lo hizo gritar hasta que le dio la pelota azul.
—Escuchame bien, Louis Tomlinson. Juro por lo más sagrado del mundo, que cuando salga de aquí, te voy a cortar los huevos.
Louis tragó saliva, sabía que eso no era cierto pero el miedo están ahí.
Cuatro horas después (sus dedos morados, un mechón de su cabello arrancado y hasta saber de lo que se iba a morir) Harry estaba siendo anestesiado.
—Ya vamos a tener a nuestro bebé, cielo.
—¿Y tú quién eres?—Harry le observaba con el ceño fruncido, su frente sudaba y la cofia cubría sus rizos—Eres muy guapo—solto una pequeña risa.
—Doctor—dijo Louis alarmado.
—Totalmente normal, es la anestesia. Usted hagale plática.
—Soy tu esposo, cielo—dijo haciendo círculos en la frente de Harry con su dedo índice.
—¿Mi esposo? —su voz estaba llena de asombro—Eres la cosa más hermosa que he visto.
—Tú eres la cosa más linda del mundo.
Harry dejó de prestarle atención cuando un llanto llenó la sala.
—¿Quiere cortar el cordón?
Louis asiente y hace lo que el doctor le indica.
Cinco horas más tarde Harry va despertando de su siesta. Louis está en el cuarto cargando a su pequeño.
—Lou—murmura el rizado, su voz escuchándose muy ronca.
El ojiazul va hasta él y le sonríe.
—León, el es tu papi.
Harry toma al bebé en sus brazos y el pequeño bosteza, Harry llora de alegría y Louis lo abraza. El ojiazul se deleita ante la vista de su nueva familia.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
