Cuando pasé por la puerta encontré al señor G dormido en su silla creo que se cansó de esperarme así que lo desperté y le dije "misión cumplida general ahora solo necesito dormir al igual que tu" el se levantó y me miró muy orgulloso como aquel padre que mira como su hijo atrapa esa pelota en aquel juego de base ball yo me sentía algo incomodo porque si un hombre de 60 años o mas te abraza a las tantas horas de la madrugada con varios días sin saber lo que es una ducha eso es muy incomodo.
Al día siguiente cuando desperté no tenia fuerzas y sentía como iba a empezarme a dar gripe lo sentía por él dolor en mi garganta y que la voz casi no me salia pero en si me sentía bien sin preocupaciones, así que con la poca voz que tenia le dije al señor G "tengo gripe ¿ya estarás contento viejo? Y no se si algo de ayer me sirvió para ser mejor tirador" él solo me miro con una pequeña sonrisa dibujada en su rostro y dijo "no te ayudo a nada, no mejoraste en nada y ¿sabes porque?, porque ya eras un buen tirador solo necesitabas de mostrártelo a ti mismo, iré a recolectar agua ya apestas a cerdo y no de los comestibles" yo me había quedado sin palabras este viejo loco era un maldito sabio por un momento me sentí como ese joven que lavaba y secaba por mandato de su maestro, pero en fin debía desayunar algo para empezar un nuevo día en este injusto mundo, las horas pasaban demasiado rápido y yo estaba pensativo sobre que hice en él pasado para merecer esto así que pensé en la señorita A ella ha sido él peor error de mi vida le di todo y algo melancólico y enojado recordé nuestro pasado juntos, los buenos momentos y los malos pero solo eran eso recuerdos, después de un tiempo llego él señor G y decidí contarle sobre mis recuerdos con la señorita A (esperaba un consejo muy sabio)
