Capítulo 6 : Cuando las ruedas de la atracción están en movimiento.

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El momento de la primera escena donde ambos personajes al fin se veían, estaba comenzando a ser rodada; ambos actores estaban nerviosos, pero ninguno quería demostrarlo y si alguien lo notó, tampoco hizo mención alguna. Matt sabía que esa escena era clave así que usó los métodos de relajación que aprendió y así relajarse para las escenas. Harry por su parte, estaba haciendo ejercicios mentales para meterse en su papel, lo que ayudó mucho a que se concentrara y al final eso logró que dejara de lado cualquier nerviosismo.

Las escenas filmaron según lo previsto, hubo risas y bromas por algunos diálogos lo que hizo que el ambiente estuviera mucho más ligero. El encuentro de esos personajes era más que crucial para todos y por fortuna la química que tenía Matt y Harry, se pudo ver en sus escenas. El director se vio satisfecho con la forma en cómo se desarrollaron sin casi ningún problema, las escenas fueron frescas y llevadas como él deseaba.

Todos notaron que ambos hacían una buena pareja y sobre ellos hubo más bromas y tomaduras de pelo, Matt sonreía al ver a Harry sonrojarse y de modo igual, Harry disfrutaba cuando le sucedía a Matt, aunque fueron pocas veces de los que le pasó a quien le diera vida al gran brujo.

Más tarde cuando ya se habían retirado a descansar y Matt estaba en su pequeño apartamento tomándose un refresco recordando lo bien que había pasado ese día, alguien llamó a su puerta; por alguna razón, su corazón dio dos saltos en su lugar.

Al abrir la puerta, ahí frente a él, estaba Harry con una sonrisa en el rostro y con las manos metidas en sus bolsillos traseros de sus vaqueros desgastados; su cabello, recién lavado, caí libre de productos que lo solía fijar en un solo peinado —debido a su personaje—; la camiseta que llevaba puesta, se le pegaba muy bien a su torso y la chaqueta abierta dejaba ver que estaba cómodo con su atuendo descuidado.

Finalmente, sus miradas se engancharon y al ver que la sonrisa de Harry iba decayendo, Matt, comenzó a sentir esa agitación otra vez; como cuando corría muchos kilómetros y de improviso se detenía, el corazón se le salía por la boca. Se despabiló y no quiso darle un segundo pensamiento al hecho de haberse quedado maravillado observándolo y fijándose en los detalles de la apariencia de Harry y lo que sintió al verlo.

Matt respondió a la sonrisa con una más amplia y verlo que soltaba el aire que al parecer había retenido por la forma en cómo se había quedado mirándolo le produjo un estremecimiento que no quiso examinar la razón.

—Pasa —lo invitó y Harry entró sin necesidad de que se lo diga dos veces.

—Largo día —habló Harry cuando llegó al pequeño sofá y se sentó— ¿Viste la imagen que nos tomaron?

—Sí, me avisaron que ya estaba publicada —respondió Matt. Se sentó junto a él y por alguna razón no sabía dónde colocar los brazos, se sintió ridículo por un instante, decidió relajarse—. Fueron rápidos, la imagen es muy buena.

Ambos se miraron un momento e inmediatamente rompieron en risas, al parecer eso era todo lo que siempre necesitaban para empezar a conversar más relajados. Por un poco más de una hora, ambos se quedaron hablando de varias cosas sobre las escenas por filmar y Matt aprovechó la oportunidad para hablar de un tema que venía dándole vueltas en la cabeza desde hacía un tiempo corto.

— Me preguntaba ¿cuándo harán que nuestros personajes se besen? —Matt sonrió al ver que esa pregunta había tomado por sorpresa a Harry.

—No lo sé —la voz de Harry era tranquila—, no creo que sea muy pronto, recién nuestros personajes se han conocido, además por lo que veo, seguro seremos los últimos en enterarnos de cuándo ocurrirá esa escena.

Porque soy estúpidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora