"Todo un éxito ha sido el estreno de la nueva serie de AB..."
"El mejor estreno de la cadena de televisión..."
"Un gran revuelo ha causado el primer episodio de Shad..."
El día del estreno de la serie, todos se reunieron y después de un par de horas de ver el episodio, salieron a festejar los primeros datos de la medición de la audiencia que les alcanzaron antes que a nadie. Todos estaban felices porque les había ido mucho mejor de lo que esperaban. Las redes sociales habían colapsado, con mensajes de todo tipo y cada uno de los actores ahora multiplicaron sus seguidores. Todo era más que perfecto.
Dom caminaba por el pasadizo amplio del edificio donde vivía Alberto y recordó el primer beso que compartieron, eso lo hizo detenerse en el balcón del área común del lugar. Tenía la respiración agitada y agradecía que ahora su amigo terminara con su novia, aunque sonara egoísta y hasta hipócrita, él no quería compartirlo con nadie.
Recordar cómo se dio ese primer beso y que Alberto ya no tenía novia lo hizo sonreír.
"Se encontraban en el bar disfrutando de la acogida de la serie. Era una lástima que Harry y Matt no se quedaron mucho tiempo, al parecer esos dos ya estaban en alguna clase de acuerdo porque se les notaba a ambos mucho más cómodos al estar juntos, al punto que se veía cierta intimidad entre ambos.
—Un centavo por tus pensamientos.
Dom se sobresaltó al escuchar la voz de Alberto y sonrió abiertamente al ver que estaba con algunos tragos. Eso era gracioso, porque su amigo si bien no era tímido, aunque pareciera, de ese modo se ponía accesible y dejaba que lo bromeara a más no poder.
—Si tuviera que vender mis pensamientos, puedes jurar que no costarían centavos, sino millones —respondió bufando.
—No te vendas tan caro. El presumido es Jace, no tú.
Dom no aguantó y jaló a su amigo a sus brazos. En ese momento estaban en una amplia mesa donde el resto del elenco y parte de la producción estaba riendo y hablando. Nadie les prestaba atención porque ellos siempre se mostraban más que amistosos y eso le convenía.
—Para tu suerte no soy Jace —le dijo al oído mientras pasaba la punta de su lengua por todo el contorno de ésta. Alberto se estremeció y se presionó un poco más a él.
—No juegues, Dom —susurró Alberto y se volvió a estremecer cuando Dom pasó su lengua ahora por el cuello.
Estuvo a punto de dejar una marca en la piel, sin embargo, no lo hizo, solo se retiró lo suficiente para poder hablarle al oído.
—Vayámonos de aquí.
Los ojos de Alberto revoloteaban mirando por todo el lugar. Dom se asombró cuando vio a su amigo levantarse y sonreírle, se despidió de todos y al preguntarle a él si compartiría un taxi, Dom supo que ésta era su mayor y única oportunidad.
—Claro, compartamos un taxi, ya estoy cansando —habló intentando aparentar cansancio, pero Isaia lo miraba con una sonrisa petulante en su rostro.
«Al diablo si alguien se da cuenta»
Después de despedirse de todos, juntos salieron sin decir nada, tomaron un taxi y se dirigieron hacia su hotel. Siguieron sin hablar hasta que Alberto se paró en su habitación y sin abrir la puerta se apoyó en esta y lo miró directamente a los ojos.
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Porque soy estúpido
FanfictionSinopsis: En la carrera vertiginosa hacia el estrellato, dos estrellas nacientes cruzan el horizonte para alcanzar la cúspide del firmamento, donde los reflectores están apuntando y donde los gritos y alabanzas son música para los oídos de quienes s...