Porque soy estúpido

Capítulo 9 : La distancia muchas veces no ayuda, tampoco la cercanía.

Dom caminaba por una de las locaciones cuando encontró a Harry parado en la entrada con una clara indecisión en su rostro. Él sonrió, podía jurar a qué se debía esa expresión, así que decidió darle un poco de ayuda.

— ¡Harry! ¿Qué haces solo? —saludó a su amigo con una sonrisa.

—No, yo estaba... en fin ¿qué haces tú aquí? Hasta donde sé, no tienes grabación a esta hora.

—Estoy buscando a Alberto ¿lo has visto? Se me ha perdido y por eso le daré unas buenas zurras en el culo —respondió muy casual. Rió cuando vio que Harry lo miraba asombrado—. Oh, vamos, solo bromeo, lo que sí haré es reclamarle que no se debe esconder de mí.

— ¿Y por qué se escondería?

Dom sonrió ampliamente y le alzó las cejas repetidas veces logrando que su amigo riera y pensara que solo bromeaba.

—Me parece que dijo que iba a su remolque.

—Entonces ahí es donde iré. Te parece si me acompañas y así hablamos un poco.

Antes que Harry pudiera decir algo, lo jaló y juntos caminaron hacia el estacionamiento de remolques. En todo el camino le hablaba de tonterías y obligándolo a que le respondiera.

—Allí está Alberto —le dijo Harry mirando a su amigo que venía hacia ellos.

—Chicos, ¿adónde iban? —Habló Alberto.

Dom sonrió.

—Yo estuve buscándote. Harry solo me acompañaba —respondió— ¿Has visto a Matt? —Añadió rápidamente—. ¿Estará con Jade? Ese está que le quiere meter mano —soltó una risotada la que siguió Alberto.

Vio a Harry solo sonreír distante a la vez que miraba hacia la zona donde estaba el remolque de Matt, ahora con el ceño levente fruncido.

«Oh amigo, no ocultas tú interés»

—Sí, Jade es intenso a veces, pero él se fue hace poco a su edificio. Vi que Matt está solo en su remolque —respondió Alberto todavía sonriente.

—Chicos, tengo que irme —les cortó Harry y se fue sin añadir nada más.

Dom estaba en su elemento.

Para él, era obvio que esos dos estaban danzando en círculos y ya era hora que alguien les dé un empujón. Ambos vieron a Harry caminar directo al remolque de Matthew. Dom, jaló a Alberto hacía un lado donde habían varios árboles, no quedaban ocultos, pero tampoco a plena vista.

Era perfecto.

—¿Me puedes decir que fue todo eso de Matt? —preguntó Alberto con una sonrisa y se dejaba guiar.

Ellos se detuvieron en la base de uno de los árboles más grandes.

—Pues solo siendo un verdadero amigo y haciendo que esos dos ya se decidan de una vez por todas que se gustan.

Él estaba satisfecho con la expresión de asombro de Alberto. Aunque sabía que esa cara no le decía todo. Volvió su vista hacia Harry feliz porque al fin esos dos iban a tener un respiro, ahora su amigo se encontraba parado frente a Matt.

«Aprovecha, tonto»

—Estas diciendo que esos dos... ¿qué ellos se gustan, gustan de verdad? Pensé que era parte de toda la joda que existe en el set —no dejó responder a Dom que ahora él lo miraba fijamente— ¿Desde cuándo eres un casamentero? Y como puedes asegurar que ellos se gustan en serio con tanta seguridad.