POV'KATHERINE
Lo veía y no lo podía creer, estaba viendo ante a mi a la replica exacta de lo que no me deja dormir, Nicolás Edwards Morgan, hermano gemelo de Alex, al principio mi expresión fue pura sorpresa porque no lo podía creer, habían pasado ya dos años que no lo veía, dos años desde que había huido por la muerte de Alex fue en ese entonces que recordé que me habia abandonado cuando mas lo necesitaba, quizás el también estaba herido pero necesitábamos estar juntos para superar todo esto, la ira me llenó por completo y fue cuando habló.
-Katherine, hermosa, cuanto tiempo sin verte, no sabes cuanto te he extrañado- abrió sus brazos a mi y rodeo la mesa del despacho de mis padres para acercarse a mi, entonces retrocedí y los ojos se me llenaron de lagrimas, sentía impotencia.
-No debiste volver- le dije, no lo pensé, lo sé, pero no me importó, miré a mis padres y proseguí- se fue cuando mas lo necesitábamos y no volvió hasta después de dos años, ya no sirve de nada, buenas noches- no iba a llorar, me di la vuelta y tomé el picaporte de la puerta que se había cerrado detrás de mi pero Nick no me dejó salir, me tomo del brazo y me giro, lo mire a los ojos enojada por su tacto.
-Debes escucharme, hay algo que debes saber, algo sobre el accidente, sé que no recuerdas nada y no fue por el golpe, tú solo te desmayaste- me dijo, mirándome entre una mezcla de dureza y dulzura, no entiendo como podía hacer eso pero yo podía verlo- quédate y escúchame, por las buenas o por las mala vas a escuchar lo que mis padres y yo debemos decirte- me dijo con dureza en la voz, yo no quería pero una parte de mi sabia que debía escuchar lo que tenían que decirme, estaba en uno de esos momentos donde querías saber pero te daba miedo al mismo tiempo lo que fueras a llegar a saber.
-Voy a escucharte, luego me voy a ir y tú no me buscarás nunca más- ni siquiera escuché su respuesta, lo evité y me fui directo a uno de los sillones que había ahí, de solo una plaza para evitar que se sentara a mi lado, Nick, junto a mis padres se sentaron frente a mi, me cruce de brazos y piernas y me puse cómoda, una parte de mi sabia que esto iba a durar buen rato.
-Amor, las cosas que no recuerdas entre tus 14 y 16 años no es algo de lo que nos guste hablar, no te lo diremos todo, de eso tu te encargaras de recordar pero linda, escucha todo- me dijo mi madre, yo estaba confundida, ¿por qué hasta ahora quieren hablarme de eso? ¿por qué no hecerlo no se, hace un año? pero bueno, solo debo escuchar e irme a la comodidad que me brindan los brazos de mi guapo novio, la idea me volvía loca.
-Primero que nada, ¿recuerdas al señor Claus?- me preguntó mi padre.
-¿Santa Claus?, padre ya no soy una niña, no creo en él- le respondo con un tono irónico, nunca me comporto así con mi padre pero esto estaba comenzando a desesperarme.
-El no Katherine, pero bueno, al menos eso comprueba que no lo recuerdas, y ahora dime Amy, ¿qué recuerdas?- contestó Nick, el haberme llamado así hizo que mi corazón doliera, me recordaba a Alex.
-Nada- le respondí sin siquiera mirarlo, mostraba un intenso interés por mis recién pintadas uñas.
-Cuéntale sobre tus pesadillas cariño- dijo mi madre, la mire fulminante, no es algo de lo que me guste hablar y menos algo que contarle a...el.
-Bien, estoy en un bosque, alguien me grita que huya y no sabría decirte si eres tu o Alex pero una parte de mi está casi segura que es Alex, luego corro demasiado hasta que caigo al vacío- le digo harta de toda esta situación, solo quería que dejaran las malditas preguntas.
-Bueno, pues eso si paso y si era Alex, mira peque, el señor Claus es un narcotraficante francés, y tú y Alex al parecer fueron su blanco, tú tan hermosa e hija de millonarios y Alex la persona que podría atraerte a el pero ese no fue el problema, cuando ibas a las carreras clandestinas fuera de Boston para que nadie te viera y no arruinar la reputación de mis padres, debo admitir que fue tu época de rebeldía, y me culpo por llevarte ahi, también a Alex, conociste a muchas personas, entonces conociste a los miembros de la mafia Claus, los creías amigos, entonces te llevaron a su escondite, viste muchas cosas que no debías y nadie dijo nada, no había problema hasta ahí pero empezaste a ir mas, un grave error, alguien le dijo al señor Claus e intentó hacer que te unieras a el como carnada a hombres millonarios para sus negocios sucios, te negaste muchas veces, entonces encontraron a Alex y te quisieron chantajear con el pero de nuevo no aceptaste, se enojaron y se rindieron ante la idea pero querían cumplir su promesa de matar a Alex ante tu negativa, ahí entré yo, cuando me notificaron lo que pasaba y me uní a ellos, inventé una historia donde yo odiaba a mi familia y quería que muriera Alex y como acto de confianza tenia que matarlo y matarte, les prometí que lo haría y es en ese momento donde les notifiqué a mis padres todo lo que estaba pasando, entonces lo decidí, iba a matar a Alex y borrarte la memoria...- me contó Nick, pero lo interrumpí, ¿cómo pudo haber hecho eso?.
-Espera, ¿tú lo mataste?- al final de mi frase se me quebró la voz, no entiendo como pudo hacerlo, dos lagrimas recorrieron mi rostro, sentía el odio crecer en mi lentamente.
-Solo escucha Katherine- me reprendió Nick, ya no quería escuchar pero necesitaba escuchar el resto de la historia, por más dura que fuera, debía soportar, el continuo ante mi silencio- entonces les dije mi plan, pero era complicado borrarte la memoria y ellos querían verlo, fue cuando conseguí una droga que inducía una amnesia, según la dosis que aplicabas era el tiempo que borraba, probamos una dosis con uno de los chicos de Claus borró un año de su vida, le aplicamos dos y fueron dos años, entonces a la tercera dosis el chico perdió la vida, así que les dije que solo dos ya que todo había comenzado hace dos años, ellos aceptaron y fue cuando inventé el accidente de moto, si ocurrió pero no fue tan grave, los dos se cayeron, entonces Alex te pidió que corrieras ya que yo había llegado vestido con capucha y ropa negra junto con hombre armados, que solo eran amigos del colegio, todo fue fingido pero ninguno de los dos lo sabía, tu corriste, tropezaste y te golpeaste la cabeza , lo que te hizo perder la conciencia, te tomé en brazos y te llevé con Claus, el mismo te aplicó la dosis y te dejó ir pero quería a Alex muerto así que solo lo tiramos al río para no dejar rastro de ello- terminó por contar, estaba en shock, no podía creer todo lo que me estaba diciendo, imágenes en mi cabeza empezaron a aparecer, todo era cierto y no podía asimilar cómo es que mis padres lo permitieron.
-¡Eres un maldito asesino! ¡preferiste salvarme a mi y no a él! ¡¿Cómo pudiste?!- para ese momento yo ya era un mar de lagrimas y sentía mi corazón doler, mis entrañas se retorcían ante la ira, todo esto me afectaba demasiado, no sé cuando yo ya estaba parada gritando y golpeando a Nick, lo odiaba. Él me tomó de los brazos y me detuvo.
-Joder Katherine cálmate, no es momento para un drama, ¡debes escuchar!- me decía Nick pero yo no quería, solo quería irme, entonces lo dijo -él está vivo, no lo maté- cada uno de mis músculos se detuvo, todo en mi se detuvo y hubiera creído que había muerto si no fuera por el constante latido de mi corazón, no lo podía creer- pero no es por eso que vine, pequeña, la dosis tiene duración y expira en un mes y Claus lo sabe y está esperando por ello, pero no para darte una cura sino para matarte, yo me salí de la mafia en cuanto todo acabó pero tenemos ahí un infiltrado que nos avisa de todo, Katherine, has estado siendo vigilada estos dos años y esperan por ti, saben todo de ti y en un mes, acabará todo- dijo Nick, me negaba a escuchar a más así que solo me fui corriendo de ahí.
Llegué a casa y con mucho cuidado entre, estaba llorando y no quería que nadie me viera, subí a mi habitación, me encerré y lloré en silencio hasta que me quedé dormida.
Al día siguiente me levanté como si nada hubiera pasado, debía adaptarme a la idea y vivir el mejor mes de mi vida, no había salida y nadie podía saberlo, si me han vigilado todo este tiempo, no dudo que lo estén haciendo ahora y si se enteran que alguien mas sabe todo esto no solo yo moriré.
Estaba perdida en mis pensamientos mientras picaba un poco de fresa cuando unos fuertes brazos rodearon mi cintura y me dieron la vuelta haciendo que soltara el cuchillo y cayera sobre la encimera.
-Buenos días princesa- me dijo Logan con los ojos adormilados y una voz ronca tan sexy, sonreí y le di un dulce beso en los labios, esto se sentía tan bien, esto era vida.
Me daba tristeza nomás de pensar que en un mes todo acabaría, mis ojos se llenaron de lágrimas pero lo abrace para que no lo notará, apenas estábamos saliendo y ya lo quería mucho.

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Recuerdos olvidados
Roman pour AdolescentsKatherine Edwards, una chica hermosa, dedicada y sobre todo humilde, chica perfecta para todos, incluso para ella misma, pero no todo es perfecto, ella lo sabe pero no puede decirlo, no recuerda una parte de su vida, la parte oscura de su dulce vida...