Happy birthday, Satori

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Al ser día Sábado tenía la alarma desactivada, pero gracias a estar acostumbrado a su reloj biológico terminó despertando relativamente temprano de todas formas. Tanteando la mesita de noche buscó su celular mientras se acostumbraba a la luz del día, aún adormilado vio que eran las 8 en punto, a las 10 empezaba la práctica del club así que todavía tenía un poco de tiempo. Luego de un largo bostezo y de algunos pensamientos existencialistas como "por qué desperté vivo", decidió levantarse e ir a las duchas. Bueno, exageraba un poco, pero levantarse temprano y especialmente en fin de semana no era su actividad favorita. Arrastraba los pies con todas las ganas que podría tener a esa hora, sin saludar a nadie y apuró su actividad en el baño.

Ya listo y bien despierto volvió a la habitación con el pijama puesto, buscando su ropa deportiva. Decidió mirar la hora una vez más, pero ahora se fijó también en la fecha: 20 de Mayo... ¡Era su cumpleaños y recién se había acordado! Se sorprendió un poco de si mismo, y es que la verdad que al pasar los años aquella fecha se le hacía cada vez menos emocionante, pero ahora debió ser porque estuvo toda la semana ocupado en los exámenes y en los entrenamientos. Dejar todos los trabajos acumulados para última hora no es bueno pero ya no podía quitar ese mal hábito.
Tendou estaba cumpliendo la mayoría de edad en muchos países, de un momento a otro sintió como si un balde de vejez se le hubiera caído encima y se sentó de lleno en la cama, con la toalla cubriendo su cabello húmedo y tomándose un momento antes de ponerse sus zapatillas.

Muchos de los cumpleaños de su niñez tan solo los pasó con sus padres, su madre siempre le tenía sus dulces preferidos especialmente para la ocasión. Era un alivio, sabía que siempre tendría esa calidez en su hogar, pero afuera el mundo era diferente. Hubieron años en que su cumpleaños cayó en días de escuela, y se fue acostumbrando a no recibir ningún saludo y pasarla solo. No entendía por qué no podía hacer amigos, por más amable que fuera había siempre un grupo de niños del salón que lo apartaba del resto mientras que los demás simplemente lo ignoraban, y no era diferente con los demás cursos con alumnos de su edad, lo tenían en cuenta como un bicho raro. ¿Sería por su rostro? ¿Su altura? ¿Su cabello? A él le gustaba el color, no le veía lo malo, simplemente no entendía.

Mirando hacia atrás, había sido una niñez bastante solitaria a la que tuvo que adaptarse obligatoriamente. Pero no fue tan terrible como cuando entró en la adolescencia y el escenario no era muy diferente. Habían sido de sus años más oscuros, y los cumpleaños terminaron siendo el día en el que más la vida le recalcaba lo solo que estaba. Obvio, a esa edad tenía un par de amigos por internet como cualquiera, pero no era lo mismo.

Se fregó el cabello con algo de fuerza con la toalla, secándoselo pero a la vez como si con eso quisiera quitar de su mente los pensamientos nostálgicos que lo estaban asechando. Las cosas ya no eran de esa manera, ¿cierto?... Al menos eso quería creer. No era el momento para pensar esas cosas.

Después de peinarse y ya con su atuendo deportivo fue a desayunar, habían un par de chicos comiendo, por suerte aún no se llenaba así que podría elegir lo que quisiera para comer, no como cuando llegaba tarde y tenía que comerse las sobras (le pasaba muchas veces). Miró a su alrededor y se sorprendió un poco al no ver a ninguno de sus compañeros de equipo en la cafetería, de hecho, tampoco los había visto por los pasillos o el patio. Ni siquiera a Ushijima, que era el que siempre despertaba a la hora. No le tomó importancia y se limitó a comer en silencio.

Al volver a su habitación por su bolso deportivo recibió la llamada de su mamá para saludarlo por la ocasión, haciéndole sentir esa típica calidez hogareña solo con su voz. Aunque al cortar la llamada sintió como la nostalgia volvía un poco. Mierda, al parecer no había despertado de muy buen ánimo. O tan solo era lo que significaba ese día que lo ponía así. Sacudió su cabeza y se fue hacia el gimnasio donde practicaban, estaba en la hora.

Happy BirthdayWhere stories live. Discover now