Ella reía,
sonreía,
aunque sola se sentía.
Andaba,
caminaba,
cansada de la vida estaba.
Quería encontrar el amor,
vivir sin preocupación,
pero no se atrevía.
No se atrevía a saltar,
a arriesgar su tranquilidad,
su pasividad.
Ella reía,
sonreía,
pero sola se sentía.
Quería encontrarte,
de verdad que quería,
no paraba de buscarte
y tú de esconderte.
Era tan fácil;
soñar,
amar,
pensar...
Pero nada, no había nada.
Ella siempre me tendría a mí,
escondida,
agazapada de la vida.
Pero me quería
y eso me servía.
Dedicado a todas aquellas personas que, aunque no puedan hacer nada por alguien, siempre le van a hacer sonreír.
Inspirado en Eva. Gracias por ayudarme siempre que lo he necesitado. Gracias por hacerme reír en mis peores momentos y hacerme soñar con una vida más relajada y llena de alegrías. Siempre me tendrás junto a ti.
