Mi red thread, mi amigo y mi confidente, vive a 416km de mí.
¿Sabéis esa sensación de querer abrazar muy fuerte a esa persona que te acaba de ayudar? Bueno, pues yo la tengo constantemente pero no puedo ni siquiera sonreírle en persona, por la distancia.
A veces, vivir a mil kilómetros de alguien, es la perfecta excusa para olvidar, pero si conoces a esa persona cuando está tan lejos, aprendes que no le podrás olvidar nunca.
Le "conocí" hace un par de meses, gracias a una amiga en común. Desde el principio, hubo un feeling extraño, es decir, ambos somos tan distintos que nos complementamos y se notó desde el primer día. Mientras él escucha rock español del 2003, yo me aprendo canciones americanas de los 80; él habla alemán y yo hablo inglés... y podría sacar mil y una diferencias más que tenemos pero me gusta porque he aprendido a apreciar sus "Liebe dich, red thread" (te quiero, hilo rojo) o nuestras noches temáticas en las que simplemente nos reímos de bobadas o debatimos temas filosóficos.
Con él he aprendido lo que es echar de menos a alguien sin conocerle o lo que es acordarse de alguien sin haberle visto, por el simple hecho de saber que lo que estás haciendo le encantaría. He logrado comprender que no todo se basa en el contacto físico sino que también vale el contacto virtual. He conseguido descifrar todas y cada una de las palabras que hay escritas en "Puedes Contar Conmigo" de la Oreja de Van Gogh (ODVG), nuestra canción. Me ha ayudado a reflexionar sobre mi vida y a crecer como persona en tan poco tiempo que me abruma.
Actualmente, ambos empezamos una nueva etapa de nuestra vida, en la que nuestra amistad se ve afectada, aunque momentáneamente, por ella. Tenemos que dejar de "whatsappearnos" hasta las tantas y dejar de llamarnos por "Skype" porque ambos sabemos que no cumpliremos nuestros objetivos si lo seguimos haciendo. Me tengo que despedir en poco más de una semana y se me parte el corazón.
Probablemente, muchas personas estén pensando cómo puedo sentir eso sin haberle visto y de tan solo conocerle hace un par de meses como mucho, pues bueno, no tengo otra opción que explicaros que, según una leyenda china que dice que todos estamos conectados por hilos de diferente color, ambos hemos llegado a la conclusión de que somos un hilo de color rojo, que es aquel que por mucho que lo estires no se rompe. Estos hilos son muy escasos y solo pertenecen a las personas que generan demasiada complicidad con otras, como es nuestro caso.
Le tengo preparada una pequeña sorpresa para Navidad que espero que reciba con alegría y, tal vez, un poco de nostalgia al recordarle a mí. Él me suele mandar cartas/e-mails que me emocionan y hacen que me dé más pena tener que romper un poco el vínculo que tenemos, por lo que se lo quiero recompensar con algo un poco personal.
Hoy es uno de esos días que me he quedado sin mi noche temática (mi noche hablando con él) porque ambos habíamos quedado con amigos y familia, pero, en el fondo, ambos sabemos que si estuviéramos al lado hubiéramos dejado todo de lado para vernos.
Para finalizar, me gustaría decir, que es de las mejores personas que "he conocido" y que cada vez me alegro más de que me haya permitido formar parte de su vida. Me gustaría darle las gracias por mis altibajos y mis meteduras de pata, por mis gritos y mi mala memoria, pero, sobre todo, agradecerle que quiera seguir a mi lado durante toda mi vida, aunque sea en la distancia.
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A todos los que odiáis la distancia.
Inspirado en querido Jose/ Cánovas, al que le tengo que llevar al centro y a tomar caldito y el que me tiene que llevar de fiesta y a ver las estrellas. Liebe dich, red thread. Mente Fuerte.
